Antes del partido, en el primer contacto que tuvo con la prensa el mismo día en que realizó su primer entrenamiento (uno de los tres que tuvo con sus nuevos compañeros), Facundo Castro hablaba de la necesidad de su readaptación al fútbol argentino luego de haber estado medio año en Perú.
En realidad, ni fue tanto el tiempo que estuvo afuera ni se notó esa salida del fútbol argentino, que todos coinciden que tiene una exigencia distinta al resto de los países, sobre todo por la intensidad física con la que se juega. Máxime en un torneo de ascenso, en el que también conjugan otros factores, como por ejemplo las canchas y los arbitrajes.
Castro venía de hacer un gran 2024 en Nueva Chicago, convirtiendo 13 goles en 40 partidos. Eso posibilitó que volviera a salir del país (ya había estado en Chile) para ir al Melgar de Perú y convertir 6 goles en 17 partidos. Es decir, el promedio con el que llegó a Colón, por lo hecho en el último año y medio, fue más que interesante: muy buena cantidad de partidos y una cosecha de goles interesante (promedio de un gol cada tres partidos), con una edad casi óptima (29 años) con la que se conjugan experiencia y vigencia.
Debut y rendimiento en Colón
Y este futbolista que hizo inferiores en Racing y que desarrolló, desde ese momento, una carrera en la que alternó en la A y en la B, mostró en estos primeros 90 minutos con la camiseta de Colón, que las expectativas que se crearon en torno a él no fueron en vano. Mucha movilidad, buen estado físico, técnica interesante para trabajar de espaldas al defensor y aguantar la marca para defender la pelota y ser el “pivote” para la descarga a sus compañeros, arranque explosivo y llegada al gol. Ignacio Lago levantó dos veces la cabeza luego del pelotazo largo de Forneris que lo sorprendió totalmente habilitado al delantero rojinegro, para ver por dónde ingresaba Castro, que recibió el pase al medio y la empujó al fondo del arco de Temperley.
Después, Castro fue perdiendo gravitación y quedó encerrado por ese retroceso que hizo Temperley en el complemento, parándose del medio hacia atrás y achicando espacios. Colón terminó jugando con dos “9” (él y Gigliotti) pero sin la claridad suficiente para que los pelotazos lleguen a buen destino.
Análisis postpartido y proyección
“Nosotros sabíamos que ellos no tenían una gran construcción de juego, entonces la idea era esperarlos y tratar de aprovechar alguna contra. Nos agarraron mal en dos jugadas y nos dieron vuelta el partido”, dijo Facundo Castro ante la consulta de El Litoral en la cancha de Temperley, luego del partido.
Sobre su rendimiento particular, señaló que “me sentí bastante bien, entrené tres días con los chicos, jugué 90 minutos, terminé cansado pero estoy seguro de que en esta semana, con más trabajo, no solo voy a mejorar en lo individual. Estoy conforme con lo que dí, aunque me hubiese gustado que sea con otro resultado”.
Respecto de lo que pasó en el complemento, dijo que “ellos, con el resultado a favor, se defendieron bien y nos cortaron rápido los circuitos de juego, sacaron un volante que iba por afuera y atacaba (por Esparza) para poner otro ‘5’ y así nos fueron cortando y cerrando los espacios. La cancha estaba linda pero el clima no acompañaba y se nos hizo muy difícil llegar con posibilidades en el segundo tiempo”.
Continuó hablando del partido para señalar que “fue trabado, lo fuimos a buscar siempre, la actitud estaba pero no pudimos modificar el resultado negativo del primer tiempo”. Y concluyó señalando que “tenemos que corregir cosas, hay que meterse en la pelea de una vez por todas, hay que seguir trabajando e ir a buscar la victoria el lunes que viene ante Nueva Chicago”.
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