El recuerdo de Pichón Juárez: "¿Por qué no ascendimos en Córdoba?, por la entrega lamentable del clásico rival"
Dejó su marca en el tiempo que estuvo en Santa Fe, se emociona cuando dice que le hubiese encantado quedarse a vivir en la ciudad y dice que “si a mí me hubiesen apretado para ir para atrás, como a aquellos jugadores de Unión con Banfield, no hubiese jugado el partido”.
El recuerdo de Pichón Juárez: "¿Por qué no ascendimos en Córdoba?, por la entrega lamentable del clásico rival"
Subir y bajar una escalera no era nada, antes, para este santiagueño bonachón que hace 30 años llegaba a Santa Fe para meterse en el bolsillo al hincha sabalero. Hoy no tanto. “Tengo una lesión que es parecida a la de Batistuta, me quedé prácticamente sin ligamentos, en el tobillo, y me cuesta mucho caminar. Tengo que operarme para poder caminar mejor, para mejorar mi calidad de vida, pero de jugar al fútbol me he tenido que olvidar hace tiempo”, cuenta Alfredo “Pichón” Juárez, un anfitrión de lujo que tendrá la gente de Colón que vaya llegando a esta tórrida tierra santiagueña, que se asemeja mucho a la nuestra, aunque conserva esa devoción por la siesta tan tradicional en estos lugares.
-¿Cuál es el primer recuerdo que te salta a la mente cuando te acordás de Santa Fe, Pichón?
-El gol que le hice a Unión, el día que le ganamos 2 a 1 sobre el final en la cancha de ellos y la final en Córdoba, más allá del resultado, que fue negativo... Vos sabés que a ese equipo se lo recuerda mucho, pero se habla de ese equipo como el que tendría que haber ascendido. Se habla bien porque transpirábamos la camiseta, porque teníamos humildad y porque a pesar de que algunos teníamos lauros, queríamos la gloria con Colón y tirábamos para adelante.
-Hugo García te quería mucho, te llevó a Santa Fe y te tenía como un referente...
-¡Un loco...! (risas) Bueno, cuando vino Jorge Ginarte nos dimos cuenta de que no era tan loco como Hugo (risas). Él se acomodó a cómo venía el equipo y fue el que nos llevó a la final.
-¿Y qué pasó en esa final?
-¡Ese año erramos 13 penales en todo el torneo! Fue el año del karma de los penales y encima erramos uno en el tiempo suplementario en la final. Si hubiésemos convertido la mitad de los penales que erramos, éramos campeones... Pero bueno, Banfield llegó a la final por la entrega lamentable del clásico rival nuestro... Yo acuso a los jugadores, que no fueron profesionales...
-Si a mí me vienen a pegar y a amenazar, como pasó en la semana con los jugadores de Unión, yo directamente no juego, no participo, no entro a la cancha, me quedo afuera del partido.
-¿Vos no hubieses aceptado jugar el partido?
-Si a mí me aprietan y me pegan, no juego... Directamente no juego... Yo no me ensucio, porque lamentablemente quedaron sucios los jugadores de Unión que estuvieron adentro de la cancha... La hinchada quiere que el clásico rival no gane, son cosas del fútbol, puedo entender que vayan y aprieten para que jueguen para atrás... Ahora, yo, como jugador, ¿les voy a dar el gusto de jugar para atrás?, de ninguna manera, que juegue otro, que pongan la reserva. Yo no juego. Un profesional tiene que actuar de esa manera.
-¿Dar la cara y jugar con miedo es lo mismo que jugar para atrás?
-¡Es lo mismo! Porque tienen miedo por ellos mismos, por la familia, están condicionados... Entonces, ¿para qué van a jugar? No los entiendo.
-Seguro que conocías a varios de los jugadores del plantel de Unión de entonces. ¿Hablaste con alguno de ellos?
-Yo había sido compañero de Ruffini, pero no tuve oportunidad de hablar. Son cosas difíciles de conversar... Capaz que si nos encontramos, se lo diré y en una de esas se mata de risa. Pero te repito: con esa presión, yo a ese partido no lo hubiese jugado. De ninguna manera.
-¿Pudiste hacer una posición económica en el fútbol?
-No. En esa época se ganaba para vivir bien y nada más. Si cobrabas a tiempo, podías comprarte tu autito, una casita, pero poco y nada más... A mí me ocurrió de pasar de estar bien en un equipo a estar mal en otro. Por ejemplo, me pasó en clubes en los que no cobré nada, como Chaco For Ever o Maipú. En Quilmes nos pagaron a medias... ¡En Quilmes ni siquiera nos pagaron el premio del campeonato cuando ascendimos! No puede ser que uno se rompa el orto en la cancha y le paguen de esa manera... Pero el fútbol, en ese tiempo, era así.
-¿Y en Colón?
-Con Busaniche, en los primeros tiempos, no cobrábamos nada, pero al poco tiempo llegó Vignatti y cambió. Lo tildan de duro a Vignatti, pero cuando arreglabas, te cumplía. Yo siempre hago una comparación con respecto a las épocas. ¿En cuánto vendieron a Maradona desde Boca al Barcelona?, 8 millones. Hoy cualquiera vale 12, 15 o 20...
-¡Y Maradona valdría 100!
-¡O más! ¡Mirá Messi! En el Nacional B, cualquiera gana 2 ó 3 millones de pesos, te ganan 20 palos en un año, un disparate...
-¿Y vos, qué ganabas?
-Te hago el cálculo. En Colón ganaba 1.800 ó 2.000 dólares. ¿Cuánto es hoy?, 400 mil pesos. Eso ganaba en Colón.
D.R.
-¿Te hubiese gustado quedarte a vivir en Santa Fe?
(Se emociona) -Por supuesto, por lo que es Santa Fe, por la gente, por los amigos, es parecido a Santiago. Estaba en la mitad de la república, en el medio entre Santiago y Buenos Aires... Cerraba todo para mi. Y si quería salir para Brasil, también me quedaba cómodo (risas). Muchas cosas he vivido en Santa Fe por las que pensaba que me iba a quedar a vivir ahí.
-¿Antes se jugaba más por amor a la camiseta?
-Sí. Mirá, yo estoy desilusionado con el fútbol de hoy. Un jugador sin trayectoria pasa de un equipo al otro como si nada... Y antes, eso no pasaba, tenías que pedir permiso para ver si te podías ir. Hay un solo representante que es Bragarnik y es el que maneja todo el fútbol argentino. Todos los jugadores y los técnicos son de él. Yo me doy cuenta de eso. Fijate el caso de San Martín de Tucumán, al que a veces voy a ver porque también jugué allí. En San Martín de Tucumán estaba Forestello, le iba mal; en San Martín de San Juan estaba Coyette, la iba mal. De pronto, hicieron un enroque... Los dos estaban haciendo una pésima campaña pero cambiaron y se fue uno a San Juan y el otro a Tucumán. ¡Y mirá Beccacece que salta de un equipo al otro! Y pregunto: ¿no hay más técnicos?
-Tenés razón, hay una rueda en la que están los mismos. Fijate el caso de Dabove, que dirigió a cuatro equipos en un año, saliendo por una puerta y entrando por la otra...
-Y traen jugadores que no jugaron en ningún lado, pero los técnicos los piden y los dirigentes los contratan sin averiguar nada. Hoy está toda la información, entonces, ¿por qué no le dicen al técnico que no se puede traer a un jugador que no jugó ni el 20 por ciento de los partidos en el año anterior o que no hizo ningún gol? No lo dicen porque saben que el representante que puso al técnico le exige a ese técnico que lleve a tal o cual jugador. Eso no puede ser. Y hay algo peor todavía.
-¿Qué cosa?
-Que tapan a los chicos de inferiores. Los chicos se mueren por jugar. Mirá Unión. Te pregunto, ¿cuántos jugadores de las inferiores ganaron el clásico?
-Seis titulares más tres que entraron después.
-¡Nueve! Se rompieron el culo y lo ganaron... Dicho sea de paso, hay que cambiar la imagen urgente, no se puede jugar así, como en el clásico, contra River. Yo le tengo fe a Colón y quiero verlo campeón de vuelta. Me dieron una alegría tremenda el 4 de junio y tengo la esperanza de que se repita.
-¿Se despertaron de la siesta en Santiago del Estero?
(Risas) –Hay un proyecto... Está el estadio, están Central Córdoba en Primera y Mitre y Güemes en el ascenso, pero no se olviden de Quimsa o de Olímpico en básquet. Nadie está en condiciones de bancar esos planteles y esas campañas, porque con los ingresos normales no se llega a pagar tres sueldos. Entonces, el gobierno apoya y banca. Es una decisión de Zamora, la de darle impulso al deporte. Y tampoco te olvides del Moto GP. Muchos critican, pero nadie se pregunta el por qué. Y es por la alegría grande que se le da al pueblo, están todos trabajando, los hoteles ocupados, la gente trabaja, la gente viene a conocer la ciudad, ¡hasta en Tucumán se llenan los hoteles con el Moto GP! Todo es una cadena que hay que analizar desde lo económico, ver el por qué se hizo... No hay que criticar de por sí, sólo por el ánimo de criticar o de ponerse en contra, sino preguntarse por qué se hizo lo que se está haciendo. Las hinchadas son numerosas y eso hace que estén todos felices los santiagueños. Y ahora llega Colón... ¿cuánto se gastan de plata los hinchas de Colón por venir a Santiago?, pero bueno, ellos son felices, están chochos, orgullosos, eso es el deporte. Es el estudio de las ciencias sociales para ver qué podemos hacer para tener a la gente contenta... Y el deporte lo logró.