El Litoral
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Sostiene que generarían un impacto ambiental, social y económico “muy importante porque afectaría la dinámica natural del río Paraná y su valle de inundación. “Es un disparate”, calificó el director ejecutivo de la organización.
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Entre los puntos que el municipio objetó a las trazas que eligió la consultora Atec para construir una nueva conexión vial entre Santa Fe y Paraná, destaca que no se ha tenido en cuenta la creación del Parque Nacional Islas de Santa Fe (Ley 12.901), un área protegida de 2.900 hectáreas, que además preserva para futuro otras 160.000 hectáreas. Esta ley “está totalmente vigente y ha sido directamente ignorada por las propuestas aprobadas, en particular la traza Nº 7”, fueron los argumentos que el gobierno local elevó a Vialidad Nacional.
Para conocer con mayor detalle el impacto que esta decisión generaría en la región, El Litoral consultó a Fernando Ardura, Director Ejecutivo de la Fundación Hábitat y Desarrollo. En resumen, el especialista calificó las tres opciones que Atec dejó en carrera como “un disparate ambiental y económico”. Por eso enviarán reclamos formales a la Dirección Nacional de Vialidad y pedirán al gobierno provincial que acompañe el pedido con una actitud firme.
Al argumentar su afirmación explicó que cualquiera de las tres opciones generaría un uso de recursos que implican “un impacto muy negativo” sobre toda la actividad económica, además de “costos faraónicos que el país no está en condiciones de afrontar”.
Consideró que “es absolutamente un disparate que la gente tenga que viajar más de 100 kilómetros desde Santa Fe a Paraná en vez de 20, (cómo proponen la opciones 1 y 7). El uso de una autovía así generará un impacto 4 ó 5 veces mayor que elegir hacer una más corta. Demandará una gran cantidad de recursos para construirla, mayor consumo de combustible, de tiempo y de infraestructura vial”.
Pero “lo más grave”, a su criterio, es que no respeta el área de tierras reservada para generar el gran parque nacional, votado por las Cámaras de Diputados y Senadores de la provincia y promulgado por el Poder Ejecutivo provincial. “Va a afectar a una superficie muy amplia de toda la ecoregión de las islas de Santa Fe, la del Pre Delta de Paraná, lo cual implica una intervención muy importante sobre la dinámica natural del río y su valle de inundación”.
Ecoturismo y vida acuática
Ardura fue más allá, con una visión a futuro: “La traza 7 está atravesando todas las tierras que estaban reservadas para la conservación de la naturaleza, esto implica un impacto enorme sobre la biodiversidad de las Islas de Santa Fe y sobre las posibilidades de desarrollo del ecoturismo y de que la provincia pueda avanzar con una estrategia turística para ofrecer a los visitantes su maravillosa naturaleza y su verde. En vez de eso, lo van a cruzar con columnas, cemento y autovías, afectando la dinámica del río y los albardones naturales que se modifican año a año con cada crecida y que constituyen el área de reproducción de peces más importante del Paraná”.
El especialista de la Fundación Hábitat y Desarrollo aclaró que están a favor de construir una nueva conexión vial, siempre y cuándo se genere un mínimo impacto ambiental, la mínima demanda de recursos y la mínima cantidad de tiempo y combustible para llegar de una ciudad a otra. “Nos preguntamos cómo la consultora puede decir que tiene un estudio de impacto ambiental y concluir que las opciones que eligió no generan prácticamente ninguno, cuando es terrible el impacto ambiental de esa obra”.
A pesar de que la Fundación que dirige no fue consultada, “como ninguna otra organización ambientalista” -aclaró-, aseguró que cree “en la buena voluntad” de todas las partes involucradas en la decisión para “revertir lo que hay hoy sobre la mesa”.