El estado de los cultivos de la campaña gruesa en el centro norte de la provincia de Santa Fe continúa siendo altamente favorable.

Según el último informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la campaña gruesa presenta un estado general entre muy bueno y excelente, impulsado por la regularidad de las lluvias registradas durante las últimas ocho semanas en el centro norte provincial.

El estado de los cultivos de la campaña gruesa en el centro norte de la provincia de Santa Fe continúa siendo altamente favorable.
Así lo indica el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, junto a la Universidad Católica de Santa Fe, correspondiente al período comprendido entre el 24 y el 30 de diciembre de 2025, en el que se destaca la regularidad de las precipitaciones por octava semana consecutiva en la región.
Las lluvias acumuladas durante los últimos días del año consolidaron un escenario hídrico óptimo para el desarrollo de los principales cultivos, permitiendo una evolución sostenida y homogénea en la mayor parte del área de estudio.
Entre los cultivos que integran la campaña gruesa, el girasol mostró un crecimiento significativo en superficie implantada. Se sembraron unas 160.000 hectáreas, lo que representa un incremento del 18 % respecto de la campaña anterior.
En términos generales, los lotes se encuentran en estados bueno, muy bueno y excelente en el 90 % del área relevada, mientras que el 10 % restante presenta condiciones entre buenas y regulares.
El informe señala que la estabilidad del cultivo se sostuvo gracias a las lluvias registradas en las últimas semanas, especialmente en los departamentos Nueve de Julio y San Cristóbal, donde previamente se habían observado síntomas de déficit hídrico.
En el norte santafesino, además, continuó el proceso de cosecha, con rendimientos que oscilaron entre 17 y 20 quintales por hectárea, y picos puntuales de hasta 23 qq/ha.
En el caso del maíz temprano, la superficie implantada alcanzó las 95.000 hectáreas, un 20 % más que en la campaña anterior.

Las condiciones ambientales favorecieron una muy buena emergencia, adecuada densidad de plantas y un vigoroso desarrollo vegetativo, con cultivos transitando etapas de floración y fructificación sin inconvenientes.
La soja temprana también evidenció una evolución positiva. Si bien la intención inicial era de 1.100.000 hectáreas, finalmente se concretaron 1.070.000, un 3 % más que el ciclo anterior. La oleaginosa mostró buena germinación y correcto desarrollo vegetativo.
En cuanto a los cultivos de implantación más tardía, la soja tardía alcanzó un 60 % de avance sobre una intención de siembra estimada en 600.000 hectáreas, similar a la campaña previa. Hasta el momento, los lotes presentan buena emergencia y desarrollo.
El maíz tardío, por su parte, proyecta una superficie de 90.000 hectáreas, lo que implica un incremento del 22 % interanual. La siembra avanzó un 40 %, condicionada por las precipitaciones recientes.
En el caso del sorgo granífero, la implantación sería un 10 % inferior a la del año pasado, debido a los bajos resultados obtenidos en campañas anteriores afectadas por el déficit hídrico. A la fecha, el avance de siembra alcanza el 90 %.

El algodón registró un progreso del 75 % en la implantación, con un avance intersemanal de 10 puntos porcentuales, especialmente en el sector oeste algodonero. No obstante, la superficie final aún no está definida, ya que las condiciones climáticas y la posibilidad de optar por cultivos más rentables podrían reducir el área respecto del ciclo anterior.
Uno de los aspectos más destacados del informe es la disponibilidad de agua útil en los perfiles de suelo. En la totalidad del área de estudio —que comprende los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo— se constató una condición hídrica entre buena y muy buena.
Las precipitaciones registradas desde fines de octubre, durante todo noviembre y en lo que va de diciembre, aseguraron un adecuado nivel de humedad para los procesos de siembra y el desarrollo de los cultivos. No obstante, en sectores topográficamente bajos se observaron algunos anegamientos puntuales.
Finalmente, el informe remarca que la evolución de la campaña gruesa estará determinada por la dinámica climática de los próximos meses, las particularidades de cada zona y las decisiones productivas vinculadas a la inversión en tecnología y manejo agronómico, factores clave para definir el cierre del ciclo agrícola en curso.