Esparcieron las cenizas de Miguel Ángel Russo en La Bombonera
En una ceremonia privada, la familia y allegados cumplieron el último deseo del ex entrenador de Boca. También habrá homenajes en Rosario, Lanús y La Plata.
Las cenizas de Russo fueron esparcidas en La Bombonera durante una ceremonia íntima.
Este jueves, las cenizas de Miguel Ángel Russo fueron esparcidas en el estadio de Boca Juniors, tal como él lo había pedido. La ceremonia, íntima y cargada de emoción, se realizó en La Bombonera, su casa futbolera por excelencia y donde forjó parte de su legado como entrenador.
Russo falleció el pasado 8 de octubre, a los 69 años, tras una larga lucha contra un cáncer de próstata. Su velorio había sido también en el estadio, como forma de tributo a su vínculo con la institución xeneize.
El ex entrenador pidió también ser homenajeado en Rosario, Lanús y La Plata.
Un recorrido por sus equipos del alma
Además de Boca, el propio Russo solicitó que sus cenizas también sean esparcidas en tres estadios que marcaron su vida profesional: el de Estudiantes de La Plata, donde fue jugador; el de Rosario Central, club que dirigió con fuerte identificación; y el de Lanús, donde también dejó su huella como DT.
Luego del homenaje en La Bombonera, sus restos fueron trasladados a un cementerio privado en Pilar, donde fueron cremados. Desde allí, su despedida comenzó a convertirse en itinerante, en sintonía con una vida atravesada por el fútbol argentino.
Boca renombrará su predio de Ezeiza como “Carlos Bianchi” en homenaje al Virrey. Foto: Reuters
Riquelme, Bianchi y un legado compartido
En paralelo, la dirigencia de Boca, encabezada por Juan Román Riquelme, tiene previsto rebautizar el Centro de Entrenamiento de Ezeiza con el nombre de Carlos Bianchi. La iniciativa busca inmortalizar al entrenador más ganador de la historia del club, en un gesto simbólico que refuerza la identidad xeneize.
Aunque Russo y Bianchi no compartieron equipos, sus trayectorias se cruzan en el afecto del hincha y en la exigente historia del banco de Boca. Ambos dejaron títulos, enseñanzas y, sobre todo, respeto.
Miguel Ángel Russo fue un hombre de códigos en el fútbol. Foto: Reuters
El fútbol como legado
Miguel Ángel Russo fue un hombre de códigos en el fútbol. Su paso por distintos clubes estuvo signado por el trabajo, la calma y una relación directa con los jugadores. Campeón con Boca en la Copa Libertadores 2007, su nombre quedó grabado en la memoria de los hinchas.
Ahora, con su despedida convertida en homenaje itinerante, sus cenizas recorrerán los estadios donde dejó huella. Será su forma final de seguir presente donde más amaba estar: en el corazón de la cancha.
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