Franco Colapinto cerró un fin de semana tan intenso como inolvidable en Brasil. Este domingo, cerca de las 09.25 el piloto argentino llegó al paddock entre aplausos y banderas celestes y blancas, en el cierre de unos días donde se mezclaron el orgullo, el esfuerzo y la emoción.
El Litoral en Brasil
Colapinto, un fin de semana de emociones en San Pablo
Del anuncio histórico al desafío en pista, el piloto argentino vivió días intensos antes del GP de Brasil.
Todo comenzó el viernes, cuando Alpine confirmó oficialmente que el joven de Pilar será piloto titular en la temporada 2026 de Fórmula 1. El anuncio, hecho en pleno paddock de São Paulo, desató una ola de alegría entre los hinchas argentinos que viajaron a Brasil para acompañarlo. “Cumplí mi sueño y sé que el año que viene será aún mejor”, expresó Colapinto, de 22 años, al conocer la noticia.
Una marea celeste y blanca
A partir de ese momento, Interlagos se transformó. Más de 20.000 fanáticos argentinos poblaron las tribunas con camisetas, banderas y cánticos que hicieron del Gran Premio una auténtica fiesta nacional. En el Fan Zone, Colapinto se mezcló con ellos, firmó autógrafos y posó con la camiseta argentina número 43, su sello en el automovilismo.
El golpe del sábado
El entusiasmo, sin embargo, tuvo un momento de tensión. Durante la carrera sprint del sábado, Colapinto marchaba en el 14° puesto tras una buena largada, pero perdió el control del Alpine A525 en la salida de la S de Senna y se despistó. El auto terminó contra las barreras y el piloto debió abandonar la competencia.
“Está bien”, confirmó su manager María Catarineu a El Litoral, llevando tranquilidad a los fanáticos. La dirección de carrera interrumpió la prueba para retirar los autos de Colapinto y Oscar Piastri, también involucrado en un incidente en el mismo sector.
Una clasificación cuesta arriba
Horas más tarde, y luego de que el equipo trabajara a contrarreloj para reconstruir el auto, Colapinto volvió a pista para la clasificación. No fue fácil: finalizó 18°, sin poder avanzar a la Q2.
“Después del cambio de chasis y de prácticamente todo el auto, se sintió raro. No tenía buena performance y fue duro. Estoy muy agradecido al equipo, que hizo todo lo posible, pero íbamos lentos y sin ritmo”, explicó el piloto tras la sesión.
Consultado por el accidente de la sprint, agregó: “Había agua en la pista, fue una sorpresa. En la primera vuelta no estaba, pero cuando la pisé perdí el auto.”
Camino al Gran Premio
Con el cuerpo intacto y la confianza renovada, Colapinto volvió este domingo al paddock con paso sereno. Saludó a los hinchas, intercambió gestos con los mecánicos de Alpine y se preparó para la carrera principal, que se largará a las 14 horas en Interlagos.
“Ojalá podamos tener una mejor carrera. El objetivo es mejorar un poco, paso a paso.”
De la confirmación de su futuro al desafío en pista, Franco Colapinto vivió un fin de semana que mezcló alegría, adrenalina y aprendizaje. En São Paulo, la Fórmula 1 volvió a hablar con tonada argentina.
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