Maqueda le abre la puerta a una nueva ley de coparticipación “sin la totalidad”
Dijo que esa exigencia -de acuerdos de todas las provincias más la Nación- “no es comprensible” en los términos de la democracia. Planteó la “urgencia” de nombrar a dos integrantes en la Corte.
“La mayoría de la totalidad no sería comprensible dentro de un sistema democrático. Eso tiene mucho de debate, pero a mí me parece que en este caso hay que ser más realistas”. Fue la línea central con la que Juan Carlos Maquedale respondió a la pregunta sobre la posibilidad de una reforma a la ley de Coparticipación sin la necesidad de cumplir con las exigencias de la reformada constitución de 1994.
La reforma del '94 exige una norma nacional aprobada por el Congreso con mayoría absoluta de ambas cámaras, luego ratificada por todas las legislaturas provinciales -sin excepción- en una ley convenio no puede ser modificada unilateralmente ni reglamentada.
Maqueda habló en el Coloquio de Idea y dejó abierta la puerta para reinterpretar el mandato constitucional y abrir una brecha al “imposible” político del texto de la carta magna reformado en Santa Fe.
Juan Carlos Maqueda, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Luciana Paoletti, Directora Ejecutiva de IDEA, fue quien le formuló la pregunta al cordobés, en espejo al reclamo de los empresarios sobre la demora del sistema político al mandato constitucional.
La directiva recordó que “en un país federal donde los recursos están en las provincias, la relación entre la nación y las provincias es relevante. Es una relación que se articula, se ordena mediante la ley de coparticipación. La reforma del 94 ordenó la promulgación de una nueva ley y ese mandato se encuentra incumplido.
“Y esto -dijo Paoletti- es relevante para las empresas porque la forma en la que se distribuyen los recursos termina impactando en distintos niveles de presión fiscal en las jurisdicciones”. Fue entonces cuando la directora de Idea le recordó a Maqueda que “hay constitucionalistas que dicen que podríamos tener una nueva ley de coparticipación sin unanimidad de acuerdo entre las provincias, es decir, con acuerdo de mayoría”.
Luciana Paoletti, directora Ejecutiva de IDEA
Como con el gobierno militar
Fue allí cuando Maqueda señaló que la “totalidad” no se lleva bien con la democracia. Recordó que la norma “se arrastra desde la década del ‘30; hasta ese momento la complejidad tributaria no había dado lugar a una nueva norma. La ley actual es de 1988. De acuerdo a lo que he conversado con ministros provinciales, no se diferenció mucho de la coparticipación del gobierno militar”, dijo.
Recordó que “la reforma constitucional del ‘94, lo que hizo con la ley de coparticipación fue cristalizar la conquista del federalismo. Pero el procedimiento para la reforma, expresado como está, es un texto bastante engorroso”.
El retirado ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación apuntó entonces que “las mayorías agravadas de la Constitución son la absoluta y los dos tercios”. Pero advirtió que la totalidad como forma de acuerdo no es compatible con el concepto de la democracia.
El jurista mediterráneo advirtió que “siempre que se sienten a discutir nación con provincias, la que va a tener que tener espaldas muy anchas es la Nación”.
Luciana Paoletti, fue quien formuló las preguntas
Contradicción amigo-enemigo
Recordó que hay provincias que dependen excesivamente de las transferencias del gobierno central, y otras que aportan más de lo que reciben. “Pero no están dispuestas a ceder”, detalló, por lo que “ninguno hizo el más mínimo esfuerzo para sancionar una nueva ley”.
Señaló que ese propósito “exige un nivel de diálogo que es muy difícil en la Argentina” porque el país está “sumido en las contradicciones de amigo-enemigo, que tienen más que ver con la guerra que con la democracia.
“Si no se habla, si no se acuerda, si no se concerta, no se puede llegar a sancionar una ley común”. Maqueda sugirió que “cada provincia debe estar predispuesta a dialogar sabiendo qué cosas es capaz de resignar y qué cosas no puede.
“Nación debe saber que por los sistemas de concentración de los últimos tiempos, las provincias han sido muy perjudicadas. Tiene que estar predispuesto, quien ejerza la presidencia, a tener un proyecto muy bien hecho que permita no dejar satisfecho a todos pero que no perjudique a muchas provincias como en la actualidad”.
“Anomalía total y absoluta”
“La Corte en este momento está funcionando con tres jueces. Es una anomalía total y absoluta. Creo que con urgencia hay que designar los dos jueces que corresponden”, advirtió Maqueda al analizar parte de la credibilidad institucional que están reclamando los empresarios.
“En una corte de tres, es muy dificultoso actuar porque no se pueden realizar disidencias. Entonces salen solamente los expedientes que se votan por lo la totalidad de los (tres) miembros.
Explicó que “cada juez, a medida que pasa el tiempo va fijando su propia jurisprudencia. Eso lo ubica ante la disyuntiva de tener que dar mayoría o mantener su jurisprudencia… si un juez no mantiene su jurisprudencia, si cambia su jurisprudencia es una causal de juicio político”, recordó.
“Por lo tanto, eso es muy importante que un juez mantenga su propia jurisprudencia y así cuando hay tres en una corte va a ser muy difícil que cada uno pueda mantenerse dentro de su jurisprudencia y al mismo tiempo coincidir para poder dar mayoría.
“Es esencial para nuestra institucionalidad democrática y constitucional que hoy se complete la Corte Suprema de Justicia”, concluyó.
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