Juan Ignacio Novak
jnovak@ellitoral.com
El ensamble vocal cerró un año de mucho trabajo junto a directores invitados, en el cual sus integrantes indagaron en la obra de diversos autores y géneros. La sintonía con otros organismos, la realización de conciertos didácticos y el trabajo de difusión en los barrios fueron algunas de las acciones más significativas.
Juan Ignacio Novak
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Este año, el Coro Polifónico abrió y cerró su temporada en el santuario de Nuestra Señora de los Milagros (San Martín 1588). El primer concierto fue a fines del mes de febrero, el último el jueves 20 de diciembre. Dentro de ese paréntesis de casi diez meses, sus integrantes desarrollaron numerosas actividades: desde los conciertos de temporada consagrados a repertorios de todas las épocas, hasta presentaciones con carácter didáctico, actividades de difusión en los barrios y la realización de una nueva edición de “Cantemos con el coro”, que este año tuvo como epicentro al gimnasio de la Escuela Normal Nº 32 General José de San Martín.
Al volver la vista hacia el año 2018 para establecer un balance, desde el organismo dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia se mostraron satisfechos. “La evaluación es muy positiva”, señaló la coordinadora técnica y administrativa, Mónica Salva. Es que fue un período de cambios (sin el maestro Sergio Siminovich al frente) y de búsquedas, tanto de nuevas obras como de públicos más amplios. “El coro cambió el repertorio que venía haciendo desde hace años. Dejamos al barroco un poco de lado y nos sumergimos en otro tipo de propuestas. Eso el público lo agradece, se pone el acento en la calidad del oyente, en la posibilidad de apreciar otras cosas”, señalaron en el Coro.
Estas acciones también implicaron un desafío para los coreutas, quienes lo encararon con soltura. “Es un coro profesional que puede afrontar cualquier tipo de repertorio, a pesar de que algunos causan más dificultades que otros. Es un organismo habituado a la presencia tanto de directores como de repertorios distintos. Es un grupo de gente que trabaja con mucho tesón y es muy responsable. El director que viene y se pone al frente de un organismo así puede hacer lo que imagina o lo que quiere. Es un grupo que se lo permite”, destacó Salva.
Diversidad
Este año el Coro focalizó su actividad en la interpretación de obras muy diferentes de autores igualmente diversos y representativos de todas las épocas, sin inclinación por ninguna en particular. Para el primer concierto del año, se seleccionaron obras devocionales, que tal como se apuntó en su momento tuvieron como punto en común que fueron generadas por compositores como Serguei Rachmaninov, Morten Lauridsen Z. Randall Stroope, Tomás Luis de Victoria, Knut Nystedt a partir de una intensa relación con la espiritualidad.
En los meses sucesivos, dentro de una programación central que tuvo a Mariano Moruja como director invitado, pero que también contó con las participaciones de Matías Bustafán, Alejandro Molina y Néstor Andrenacci se desandaron composiciones de autores como Kodaly, Mendelssohn, Schumann, Brahms, Vivaldi, Vasks, Buxtehude y Verdi. También se propuso un concierto dedicado a maestros de la música coral británica como Pearsall, Elgar, Howells, Tavener, MacMillan y Britten. Y se reiteró una experiencia exitosa realizada años atrás con la realización del espectáculo “A Gershwin Portrait”, con la participación del Pedro Casís Quinteto.
A esto se deben sumar los conciertos didácticos, dirigidos por el preparador del coro, Alejandro Molina, que en 2018 fueron una decena y el ciclo destinado a la difusión del trabajo coral en los barrios. En este último caso, se profundizó en la música argentina, con la “Misa Criolla” de Ariel Ramírez como centro, siempre tratando de destacar que en el coro no sólo hay cantantes, sino también instrumentistas. En relación a la labor en conjunto con otros organismos musicales, el Coro Polifónico desarrolló actividades con la Camerata Eleutheria y las Orquestas Sinfónicas Provinciales de Santa Fe y Rosario.
Otra de las acciones sobresalientes fue la nueva edición de “Cantemos con el coro”, a la cual se sumó precisamente la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe. Cabe recordar que se trata de una iniciativa que pretende brindar a los coreutas amateurs la posibilidad de compartir ensayos y un concierto con cantantes e instrumentistas profesionales, bajo la conducción de un director especialista, rol que en este caso cumplió Sergio Siminovich. La obra interpretada fue un oratorio de Georg Friedrich Händel y participaron ensambles vocales de distintos puntos de la provincia y el país. “Es una experiencia que viene funcionado muy bien y que continuará el año que viene, con un repertorio que está en definición”, destacaron desde el Coro.
El concierto de cierre de temporada, que tuvo lugar el pasado 20 de diciembre, incluyó una serie de obras de Dietrich Buxtehude, Peteris Vasks y Antonio Vivaldi, cuyo punto en común fue su carácter sacro.
Lo que viene
En vistas de que el que viene será un año electoral, las fechas para los conciertos corales tendrán que ser definidas con mucha precisión. Esto lo tienen claro en el seno interno del organismo, aunque esperan poder continuar con las diversas acciones barriales, didácticas y de apertura hacia otras instituciones. También pretenden tener una llegada más profunda a las ciudades del interior provincial.
“Estamos armando una programación que contará con la presencia de la Orquesta Sinfónica Provincial y de la Camerata. Será un año interesante. Habrá nuevamente jazz con el Pedro Casís Quinteto, Matías Bustafán dirigirá un concierto de música contemporánea francesa, el maestro Néstor Andrenacci dirigirá una presentación dedicada a la música argentina y también intepretaremos un repertorio del compositor Eduardo Malachevsky, con él presente. Siempre afrontando cosas nuevas, que es un atractivo para el público”, destacó Salva.
Difusión
Uno de los retos del Coro Polifónico, cuyos coordinadores reconocen como central, tiene que ver con la búsqueda de nuevos canales de comunicación, para difundir con más frecuencia y precisión todo el trabajo que se desarrolla. “Es una deuda. Se intenta todo, pero se hace muy cuesta arriba”, admitieron desde el organismo. Si bien existe de un lado un público que es fiel y siempre asiste a los conciertos y del otro gente que forma parte del coro y trabaja mucho en la promoción, por amor al arte, a lo que se apunta es a poder accionar sobre nuevos públicos con efectividad. “Esa es una gran tarea. La idea es que venga más gente, es nuestro leit motiv”, indicaron.