Durante décadas, cada nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe era retratado al asumir su cargo. Los trabajos se encontraban expuestos dentro de la Casa de Gobierno.

Incluye más de cuarenta piezas. Algunas llevan la firma de destacados pintores como César Fernández Navarro y José María García Bañon. Están guardados en el museo Rosa Galisteo.

Durante décadas, cada nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe era retratado al asumir su cargo. Los trabajos se encontraban expuestos dentro de la Casa de Gobierno.
Sin embargo, esa tradición se detuvo en 2007 con la asunción de Hermes Binner y, desde entonces, los retratos dejaron de actualizarse y fueron retirados del edificio gubernamental.
En la actualidad, esa colección, cuyo primer cuadro representa a Francisco Candioti, se encuentra almacenada, embalada y fuera de la vista pública, en los depósitos del Museo Provincial Rosa Galisteo de Rodríguez.
El Litoral logró exponerlos con sus cámaras para el público en general. Es un auténtico “tesoro” para la historia de la provincia. La pregunta que sigue es ¿Qué secretos esconde la colección?

Hasta la gestión de Jorge Obeid (que, en rigor, había sido retratado en su anterior gestión que fue de 1995 a 1999) el retrato del gobernador en funciones era parte de un rito institucional implícito, usos y costumbres instalados.
Hay que señalar que este “rito” se mantuvo tanto para gobiernos de origen democrático como en aquellas otras gestiones derivadas de los sucesivos golpes militares que caracterizaron al siglo XX en la Argentina.
Desde entonces, los retratos dejaron de hacerse. En el marco de una posterior obra de refacción en la sede de gobierno, los cuadros fueron retirados y trasladados al Museo Rosa Galisteo, donde están almacenados y embalados.

Entre los que se ocuparon de realizar las obras, aparecen pintores como César Fernández Navarro, que retrató al ex gobernador José María Vernet, en los ‘80, a Juan Hugo Caesar a fines de los años ‘40 y a Manuel María de Iriondo en los ‘30.
También Guillermo Hoyos, que hizo lo propio con Carlos Alberto Reutemann y José María García Bañon, que retrató a Sylvestre Begnis y a Aldo Tessio, entre otros.
Tanto Fernández Navarro como García Bañon, ocupan un lugar de privilegio en el universo de la plástica santafesina del siglo XX. Ambos, en sus obras, abordaron motivos vinculados con el litoral y sus personajes.
Buena parte de los trabajos se originaron en encargos a la reconocida Casa Witcomb de Buenos Aires; se trata de fotografías obtenidas con los recursos técnicos de cada época.
La principal actividad de este espacio era el registro de retratos de estudio de las familias de la ciudad. Además, se dedicó a la comercialización de imágenes de personalidades, de vistas urbanas y rurales, tipos y costumbres populares.
Además de las familias argentinas más tradicionales, intelectuales, artistas, empresarios, muchos presidentes se hicieron allí sus retratos oficiales: Roca, Sarmiento, Mitre, Alvear y Frondizi entre otros.

Los mandatarios incluidos son, de adelante para atrás, Jorge Alberto Obeid, Carlos Alberto Reuteman, Víctor Felix Reviglio, José María Vernet, Eladio Modesto Vazquez, Aldo Emilio Tessio, Carlos Sylvestre Begnis, Luis J. Carcamo, Juan Hugo Caesar y Waldino C. Suarez.
También figuran Manuel María de Iriondo, Luciano F. Molina, Pedro Gomez Cello, Ricardo Aldao, Enrique M. Mosca, Manuel J. Menchaca, Rodolfo B. Lehmann, Ignacio Crespo, Pedro Antonio Echagüe, Rodolfo Freyre, Juan Bernardo Iturraspe, Luciano Leiva, Juan M. Cafferata, José Galvez, Manuel María Zavalla y Servando Bayo.
Están, a su vez Simón de Iriondo, Mariano Cabal, Nicasio Oroño, Patricio Cullen, Pascual Rozas, Rosendo María Fraga, José María Cullen, Domingo Crespo, Juan Pablo López, Pascual Echagüe, Estanislao López Fonseca, Mariano de Vera y Francisco Antonio Candioti.
Falta la mayoría de los que formaron parte de gobiernos no elegidos democráticamente. Y otros que estuvieron brevemente en el cargo producto de alguna contingencia, como Juan Cepeda y José Elías Galisteo.
Los retratos están catalogados y cada uno posee una ficha específica, elaborada por personal especializado del museo donde se detallan las principales características de cada una de las obras que están contenidas en la colección.
Entre otras variables, estas fichas (a las que tuvo acceso El Litoral) incluyen nombre del autor, tamaño, material, estado de conservación, soporte utilizado y características del marco.
Los documentos también contienen un detalle preciso sobre las intervenciones realizadas para impedir que el paso del tiempo afecte las condiciones estructurales de cada trabajo.
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