Este domingo, Melissa dejó al menos 50 muertos tras su paso por el Caribe y se convirtió en el huracán más potente de la temporada atlántica de 2025. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) informó que la tormenta provocó víctimas fatales en Jamaica, Haití, Panamá y República Dominicana y que ahora se transformó en un ciclón posttropical mientras se aleja de tierra.
El NHC ubicó al sistema a 840 kilómetros al noreste de Bermudas, con vientos sostenidos de 140 km/h y un avance hacia el noreste a 78 km/h. El organismo señaló que Melissa seguirá siendo un gran y fuerte ciclón extratropical durante las próximas 48 horas y previno marejadas que afectarán costas del noreste de Estados Unidos, el Atlántico canadiense, las Bahamas, Bermudas y las Islas Turcas y Caicos.
Las autoridades del Caribe comenzaron a ajustar el balance humano y los daños materiales tras el paso del sistema. Jamaica reportó 19 fallecidos y declaró que la isla recibió el impacto en categoría 5, con rachas de hasta 185 millas por hora, cerca de 298 km/h, que provocaron inundaciones, caída de viviendas y cortes prolongados de energía. Haití informó de 31 muertos y 21 desaparecidos, mientras que Panamá notificó cuatro víctimas mortales y República Dominicana una.
Melissa dejó al menos 50 muertos en el Caribe y se convirtió en el huracán más potente de la temporada. Foto: Xinhua
Balance humano y respuesta sanitaria
El sistema sanitario en varias zonas quedó gravemente afectado, en especial en el oeste de Jamaica, donde se desplegaron unidades hospitalarias móviles para atender a la población. El ministro de Salud de Jamaica, Christopher Tufton, advirtió que el número de víctimas podría aumentar porque aún existen áreas de difícil acceso; por eso se planificó el envío de hospitales de campaña y asistencia de la Organización Mundial de la Salud.
Las autoridades locales coordinan búsquedas y rescates y trabajan en el restablecimiento de caminos y energía eléctrica. En Haití, equipos de emergencia enfrentan problemas logísticos por los daños en infraestructuras y las interrupciones en las comunicaciones, lo que complica la llegada de ayuda y el registro final de damnificados.
La magnitud del impacto obligó a activar ayuda internacional y la llegada de apoyo desde países que ofrecieron asistencia médica y logística, entre ellos España, Canadá e India, de acuerdo al reporte sobre los movimientos de auxilio y los pedidos de las autoridades nacionales.
Melissa dejó al menos 50 muertos en el Caribe y se convirtió en el huracán más potente de la temporada. Foto: Reuters
Impacto económico y causas del daño
El análisis preliminar del impacto económico en Jamaica sitúa las pérdidas en torno a 7.700 millones de dólares, según Chuck Watson, de Enki Research, citado por Bloomberg. Esa cifra equivaldría a aproximadamente el 35% del producto bruto interno de la isla y supera los daños provocados por el huracán Gilbert en 1988.
Watson indicó que gran parte de las pérdidas obedecen a la lenta velocidad de desplazamiento del ciclón y a su excepcional humedad, factores que intensificaron las lluvias, la caída de infraestructuras y las interrupciones prolongadas en servicios y transporte. Esos elementos agravaron la destrucción de viviendas y la pérdida de cultivos, añadió el analista.
Las empresas aseguradoras y los gobiernos locales iniciaron evaluaciones para dimensionar reclamos y necesidades de reconstrucción, mientras organizaciones de ayuda suman inventarios de suministros y planes de distribución para las zonas más afectadas.
Melissa dejó al menos 50 muertos en el Caribe y se convirtió en el huracán más potente de la temporada. Foto: Reuters
Pronóstico y consecuencias inmediatas
El NHC advirtió marejadas y rachas intensas para la península de Avalon, en Terranova y Labrador, donde el centro del sistema pasaría al sureste durante la noche. También permanecen alertas en las costas del noreste estadounidense y en territorios insulares del Atlántico norte por el riesgo de oleaje y fuertes vientos.
Melissa se convirtió en ciclón posttropical pero mantendrá condiciones peligrosas durante dos días, según el NHC, con un debilitamiento gradual previsto hacia el fin de semana. Las autoridades costeras mantienen recomendaciones para evitar actividades marítimas y vigilan la evolución del oleaje.
Las consecuencias humanas y materiales obligan a mantener operaciones de búsqueda y apoyo, y las cifras oficiales continuarán en revisión a medida que equipos de emergencia accedan a zonas que hoy permanecen con contacto limitado.