El Litoral
Alrededor de 3.100 expedientes oficiales hasta ahora clasificados y custodiados por los Archivos Nacionales de Estados Unidos se publicarán este jueves si el presidente Donald Trump no lo impide.
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Telam
La última colección inédita de archivos del gobierno de Estados Unidos sobre el asesinato de John F. Kennedy saldrá hoy a la luz de forma parcial o total, y aunque los expertos no esperan ningún "bombazo", los documentos podrían arrojar luz sobre los acuerdos entre la CIA y México en la Guerra Fría.
Alrededor de 3.100 expedientes oficiales hasta ahora clasificados y custodiados por los Archivos Nacionales de Estados Unidos se publicarán hoy si el presidente estadounidense, Donald Trump, no lo impide, según lo dictado por una ley aprobada en 1992.
Trump, que el pasado sábado adelantó que permitiría que los documentos vean la luz, confirmó ayer que la "esperada publicación de los archivos de JFK (sigla de John F. Kennedy) tendrá lugar mañana".
"¡Qué interesante!", añadió el mandatario en un breve mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
La inminente revelación tiene en vilo a historiadores y defensores de las teorías de la conspiración, pero la Casa Blanca ha insinuado que la publicación podría ser solo parcial: Trump podría bloquear la divulgación de algunos documentos considerados delicados por la CIA u otras ramas del gobierno estadounidense.
"Algunos registros de esta colección no se crearon hasta la década de 1990", y la Casa Blanca quiere garantizar que su publicación no causaría un "daño identificable" a la seguridad nacional, aseguró la semana pasada una portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, a la revista Politico.
Bajo la ley de 1992, los archivos que sean bloqueados por Trump no podrán ver la luz hasta dentro de 25 años, y quien ocupe entonces la Casa Blanca deberá decidir sobre su posible publicación.
Según varios medios, la CIA ha presionado a Trump para que mantenga ocultos una serie de documentos, quizá para esconder sus métodos o la identidad de algunos espías que podrían seguir vivos.
Pero el mandatario también ha recibido presiones para permitir la publicación íntegra de los documentos, y satisfacer así a quienes disputan la conclusión alcanzada por la llamada comisión Warren, que investigó el asesinato cometido en noviembre 1963 y concluyó que un solo tirador, Lee Harvey Oswald, fue responsable del crimen.
Trump ha coqueteado desde hace años con teorías de la conspiración: fue él quien especuló con que el ex presidente Barack Obama podía no haber nacido en Estados Unidos, y durante las primarias republicanas de 2016, Trump llegó a sugerir que el padre del senador Ted Cruz tuvo algo que ver con Oswald.
Es improbable que los archivos inéditos contengan algún "bombazo", según dijo el juez federal John R. Tunheim, que entre 1994 y 1998 encabezó un comité independiente que examinó y publicó la gran mayoría de los documentos oficiales del gobierno estadounidense sobre el asesinato, informó la agencia de noticias EFE.
Entre los documentos, según el juez, puede haber detalles sobre "los acuerdos" que Estados Unidos tenía para compartir inteligencia con México poco antes del asesinato de Kennedy en 1963, cuando Oswald visitó las embajadas en la capital mexicana de Cuba y la Unión Soviética, sometidas a la vigilancia de Washington.
En 1998, "el Departamento de Estado y la CIA" convencieron al comité presidido por Tunheim de que no publicara "los detalles operativos de cómo compartían información de inteligencia con México" por temor a que eso "dañara" o incluso hiciera caer al gobierno mexicano, afirmó el juez.