Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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Por el contexto que están atravesando las empresas santafesinas, la Provincia anunció días pasados la entrega de una asistencia económica para los comercios y pymes de Rosario y la región, que estén más golpeados por la crisis debido a la pandemia. Se trata de la Línea para Agencias y Asociaciones para el Desarrollo instrumentada por la cartera productiva y el aporte total es de 125 millones de pesos.
El ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, afirmó: “Estamos recorriendo toda la provincia con este apoyo que tiene que ver con las Asociaciones para el Desarrollo. Son 125 millones de pesos que se han dispuesto para las mipymes, para los comercios, para los servicios, todas aquellas actividadades que tuvieron dificultades durante todos estos meses”.
“Esto es un programa conjunto que se lleva a cabo con estas entidades, realmente se genera una estructura en toda la provincia y una articulación público-privada, que llegue a los beneficiarios de una manera muy rápida y ágil, fundamentalmente porque ellos no tienen posibilidad de llegar a créditos bancarios”, continuó el funcionario y agregó: “Ya se han entregado alrededor de 3.000 créditos a través de las mutuales en todo el territorio santafesino por un total de 200 millones de pesos, son créditos con tasas subsidiadas”.
Así las cuentas del Estado nacional, las pymes santafesinas están atravesando una situación muy delicada. Muchas ya se atreven a decir en off a Mirador Provincial que 2020 es un año perdido en el que solo resta tratar de sobrevivir para apuntar todos los cañones al año que viene, donde esperan que la pandemia forme parte de la historia.
Las cifras negativas que vienen arrastrando los últimos años, por los fuertísimos aumentos en las tarifas de los distintos servicios, llevaron a que muchas compañías pequeñas y medianas recibieran la cuarentena en la cuerda floja, llevando a que muchas no lograran resistir el stop económico.
El canto de los números
“Los números cantan por sí mismos. Nosotros cerramos el 2019 ya con un 12% de volumen negativo de venta con respecto al 2018. Venimos padeciendo ya desde hace tiempo cifras negativas. El 2020 lo comenzamos de la misma manera: enero lo marcamos con un 3,5%; febrero 1,1%; marzo -con los 19 días trabajados antes de que inicie la cuarentena- un 48,7%; abril el 57,6% negativo; mayo el 50% y el Día del Padre fue de un 44% aproximadamente, con lo cual estamos hablando de un porcentaje promedio de venta del 40%, en líneas generales”, detalló a Mirador Provincial el titular de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab.
La perspectiva a fututo es un escenario complejo, porque “no solamente podemos hablar de la falta de poder adquisitivo”, sino también de la visión que tiene cada ciudadano de “cómo va a ser su futuro, la contracción a consumir, la falta de interés”, es decir, “son sumatorias que harán entender que el consumo no se va a agilizar en los próximos meses.
En la parte estrictamente económica, “sabemos que muchas empresas van a quedar en el camino lamentablemente, porque ya venían con problemas, no tenían capacidad de ahorro y por más que haya habido algún financiamiento no alcanzan a cubrir los costos de funcionamiento de la compañía”, añadió Diab y concluyó: “El futuro lo veo muy complicado, por lo menos este año. Cualquier reactivación se presupone que podrá venir a partir del 2021, con lo cual seguimos solicitando ayuda al Estado nacional, provincial y municipal”.
Dos sectores con incertidumbre
El sector hotelero gastronómico, por su parte, en el primer semestre del año estaba trabajando con normalidad, “con los problemas que ya veníamos reclamando y que heredamos del año anterior, pero a partir del 20 de marzo con el inicio de la cuarentena, el segmento sufrió un cierre total a nivel local y país”, especificó a Mirador Provincial el presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Rosario (Aehgar), Carlos Meliano.
“La descripción que tenemos que hacer tiene que ver con una fuerte acumulación de pasivo, de mucho quebranto. Estamos tratando de ver cómo lo podemos ir licuando. Desde el 8 de junio comenzamos a trabajar con los protocolos, pero con limitaciones que no están equilibradas a la demanda”, afirmó.
A su vez, “estamos en un período estacional de caída como es el invierno y en este caso se acentúa mucho más. Hay un nicho de mercado que se cuida, sumado a la limitación horario estipulada por las autoridades, en relación a lo gastronómico”, reflexionó el titular de Aehgar.
En relación a la hotelería, “desde que comenzó el aislamiento obligatorio tuvieron que cerrar por completo todos los establecimientos y ahora están trabajando solamente un 10, 15% con pasajeros autorizados. Hay hoteles que están cerrados todavía y no se sabe cuándo abrirán”.
“En la medida en que no haya conectividad ni traslados, es decir, todo lo relacionado al turismo, sin eventos -que están suspendidos- que generaban un alto impacto, todo esto está generando un combo que sabemos dónde culminará”, agregó.
“¿Qué nos depara el próximo semestre?, mucha incertidumbre porque no sabemos cuándo terminará. Si bien cuando mejore la temperatura el contexto puede mejorar, pero sin dudas es un año muy complejo, sin proyecciones de equilibro y vemos un estado muy difícil. Por eso, le estamos solicitando a las autoridades un achique impositivo para poder sobrevivir. Estamos transitando un camino muy desfavorable”, cerró Carlos Meliano.
Cervecerías: vaso medio lleno
Desde que se flexibilizó la cuarentena en Rosario y los bares pudieron reabrir sus puertas, el balance es positivo, tal y como reflejó este medio en una anota anterior. Entendiendo que se trata de un contexto pandémico, en el que muchos locales tuvieron que readecuar sus espacios y modalidades de trabajo para amoldarlos acorde al distanciamiento social, el desahogo fue importante.
“La verdad es que estamos muy contentos de poder volver a trabajar. Al margen de las limitaciones propias del protocolo del 50% de capacidad y el hecho de que los clientes tengan que dejar sus datos en los ingresos, el hecho de poder reabrir fue una alegría muy grande”, afirmó a El Litoral, Reinaldo Bacigalupo, de Mercado Pichincha.
En cuanto a segmentos, según su relevamiento, las cervecerías arrancaron mejor porque “atraen un público joven que se preocupa menos por la transmisión del virus”. Inclusive, más allá del frío invernal, “las veredas de los pubs están funcionando muy bien”, aseguró.
De los 70 locales que componen Mercado Pichincha abrió el 60%, mientras que el resto “lamentablemente cerró o prefiere esperar”, porque poner en marcha los electrodomésticos, la luz, el gas, los empleados “por ahí es más caro que permanecer cerrado” y elijen pagar solamente el alquiler.
“Está claro que es imposible ser rentables con estas modalidades y este nivel de consumo, se está trabajando a pérdida, pero no es lo mismo que cuando estábamos 100% cerrados u operando con delivery. Esperamos que estas medidas restrictivas se vayan suavizando a medidas que lleguen las buenas noticias sobre el coronavirus”, concluyó Bacigalupo.
La segunda semana de apertura de los bares trajo algunas rispideces con las autoridades de control municipal. Algunos comercios no cerraron en tiempo y forma o sobrepasaron el límite de personas permitidas para mantener el distanciamiento social establecido por el protocolo sanitario.
Según los inspectores municipales, los incumplimientos registrados se dieron con la extensión del horario de cierre estipulado a las 23 -con una hora de tolerancia-, la cantidad de personas permitidas el protocolo sanitario establece el 50% de la ocupación y de cuestiones relacionadas a la salubridad, todos puntos contemplados en el decreto municipal 725 vigente en el marco de la pandemia.
Al respecto, la secretaria de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad, Carolina Labayru, dijo a Mirador Provincial que “no teme que más locales incumplan con los protocolos”, porque lo que sucedió “debería ser una alerta para que no se repita”.
“Vamos a reforzar los controles. Incluso, vamos a salir con el Ministerio de Trabajo no solamente para verificar horario de cierre y capacidad de los locales, sino cómo se vienen cumpliendo los protocolos que se presentaron”, cerró.