Desde la APSV advierten que el mantenimiento de las rutas nacionales “es una cuestión humanitaria”

El sábado por la mañana, en la rotonda donde confluyen las rutas nacionales 8 y 33, se realizó un nuevo acto de reclamo por el estado de las principales arterias del sur santafesino. La convocatoria fue impulsada por la senadora Leticia Di Gregorio, y contó con la presencia de los ministros provinciales Lisandro Enrico (Obras Públicas) y Silvia Ciancio (Salud). En ese marco, se firmó un petitorio dirigido al presidente Javier Milei.

Carlos Torres, secretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, fue una de las voces más enfáticas. “Nuestra obligación es sobreponernos a la adversidad. Hoy la situación de la ruta 33, entre otras, es terminal”, expresó. El funcionario firmatense, con más de dos décadas de trabajo en seguridad vial, advirtió que la falta de respuestas del Estado nacional está poniendo en riesgo la vida de miles de santafesinos.

“No es ideología, es supervivencia”

Torres definió la situación como “una cuestión humanitaria”, y cuestionó la falta de un plan estratégico a largo plazo. “Debiera existir un plan vial a 30 años como política de Estado. Así no importa qué gobierno esté al mando, las obras se sostienen en el tiempo”, subrayó.

El referente provincial también criticó la incertidumbre institucional. “La Agencia Nacional de Seguridad Vial no sabe en qué órbita va a terminar. Todo esto está en manos del Ministerio de Desregulación. Hay una medida judicial que anuló el decreto de disolución, pero la parálisis actual preocupa”, advirtió. “No se sabe quién toma decisiones, ni quién las ejecuta. Eso paraliza los trámites iniciados y las respuestas que necesitamos”.

Estadísticas alarmantes y un pedido de unidad

Torres detalló que, aunque las rutas nacionales representan solo el 15% de la red vial santafesina, concentran la mayor cantidad de siniestros fatales. “En rutas provinciales hay 0,7 muertos cada 100 kilómetros. En las nacionales, 4,5. Es inaceptable”, aseguró.

“Hoy el foco está puesto en la 33, pero las rutas 7, 8, la AO12, la 11 y la 34 están igual o peor. Hay un abandono histórico y generalizado. Por eso decimos que no es una cuestión de gestión ni de presupuesto, es algo más profundo: es la vida de la gente”, concluyó Torres.