La preparación de muffins de banana sin gluten ni azúcar rescata ingredientes simples, reales y accesibles, para quienes desean un consumo más saludable sin complicaciones.

Esta versión de muffins aprovecha la humedad y dulzor natural de la banana para prescindir de harina con gluten y azúcar refinada. Con pocos ingredientes, brinda una alternativa apta para quienes buscan opciones más livianas y controladas.

La preparación de muffins de banana sin gluten ni azúcar rescata ingredientes simples, reales y accesibles, para quienes desean un consumo más saludable sin complicaciones.
Esta ideada en la cocina aprovecha la banana madura como agente endulzante y aporta humedad, mientras que la elección de harinas sin gluten garantiza que resulte más amigable para quienes restringen ese componente.
A continuación, repasamos la receta, junto con detalles nutricionales y recomendaciones prácticas para su elaboración.

Ingredientes básicos
2 bananas maduras
2 huevos
1 taza de harina de almendras o avena sin gluten
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de canela (opcional)
1 chorrito de esencia de vainilla

Precalentar el horno a 180 °C.
Pelar las bananas y pisarlas hasta obtener un puré homogéneo.
Agregar los huevos al puré e integrar bien.
Incorporar la harina sin gluten elegida (de almendras o avena), el polvo de hornear, la canela y la esencia de vainilla. Mezclar hasta lograr una masa uniforme.
Verter la mezcla en moldes para muffins ya engrasados o utilizando pirotines.
Hornear entre 20 y 25 minutos, hasta que la superficie esté dorada y al insertar un palillo este salga seco.
Retirar del horno, dejar enfriar antes de desmoldar y consumir.
La receta original advierte que, si se usa harina de almendras, el resultado total aporta entre 850 y 900 calorías; si se opta por harina de avena sin gluten, ronda entre 700 y 750 kcal. Al dividirse en cuatro porciones, cada una equivaldría a entre 175 y 225 calorías, según la harina.
Estos muffins destacan por su aporte de fibra y proteínas, además de la energía natural que proviene de la banana, sin recurrir a endulzantes artificiales ni aditivos complejos.
Es fundamental que las bananas estén bien maduras. En esa etapa, sus azúcares naturales se liberan con mayor facilidad, lo que ayuda a evitar la necesidad de azúcar adicional y contribuye al dorado y la esponjosidad.
La mezcla no debe quedar excesivamente líquida ni demasiado espesa. Si se ve muy densa, se puede agregar una pequeña cantidad de líquido vegetal (como leche de almendras) con moderación.
Evitar abrir el horno durante los primeros 15 minutos para que el levado no se pierda.
Esperar que se enfríen al menos unos minutos antes de desmoldar ayuda a que no se rompan por dentro.

En lugar de harina de almendras, usar avena sin gluten como alternativa más accesible (presenta menor densidad calórica).
Se puede incluir alguna fruta seca picada (nueces, almendras) o semillas para aportar textura crujiente, siempre considerando que no agreguen azúcar refinada.
Para quienes toleran edulcorantes naturales, una pequeña dosis de stevia o eritritol puede usarse, aunque algunos prefieren mantener la receta sin ningún endulzante extra, confiando en el dulzor de la banana.
También se puede experimentar con un toque de cacao en polvo sin azúcar para convertirlos en muffins de banana con sabor a cacao — una opción contemplada en otras versiones publicadas en blogs de cocina saludable.
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