El romero no es solo una hierba aromática usada en la cocina: al hervir una ramita, esta planta libera aceites esenciales y compuestos activos que pueden transformarse en aliados para el hogar y la salud.

Hervir romero es una práctica ancestral que vuelve con fuerza por sus múltiples efectos benéficos: desde perfumar ambientes hasta aportar propiedades relajantes y antisépticas. Aquí te contamos por qué resulta útil y cómo incorporarlo en tu rutina.

El romero no es solo una hierba aromática usada en la cocina: al hervir una ramita, esta planta libera aceites esenciales y compuestos activos que pueden transformarse en aliados para el hogar y la salud.
Cuando se introduce romero en agua caliente, sus moléculas aromáticas se difunden en el vapor, impregnando el ambiente con un aroma fresco y reconfortante.
Esa fragancia no solo aporta sensación agradable, sino que actúa como un purificador casero: gracias a sus propiedades antimicrobianas, el romero puede ayudar a reducir la presencia de bacterias y microorganismos en el aire.

De esta manera, el simple acto de hervir romero convierte a tu casa en un espacio más limpio, sin recurrir a químicos fuertes.
Además, el vapor de romero puede contribuir a generar un clima más ameno en habitaciones cerradas o en estaciones de aire acondicionado, donde el aire tiende a resecarse. En resumen: perfuma, refresca y desinfecta en un solo paso.
Más allá de su potencial para purificar el hogar, el romero hervido ofrece una serie de ventajas que inciden en el bienestar físico y mental:
Estimula la concentración y la memoria. El aroma característico del romero actúa sobre el sistema nervioso, ayudando a despejar la mente y favoreciendo la atención.

Alivia el estrés y la ansiedad. Su fragancia posee un efecto relajante, ideal para momentos de tensión o para propiciar un ambiente tranquilo al final del día.
Cuida la salud respiratoria. Inhalar el vapor puede colaborar en aliviar molestias menores en las vías respiratorias, ayudando a despejar la nariz y suavizar irritaciones leves.
Uso como base para otros remedios caseros. El líquido resultante puede emplearse como base en infusiones, tónicos capilares o limpiezas suaves, aprovechando su acción antiséptica natural.

Colocá agua en una olla (por ejemplo, 500 ml) y llevála a ebullición.
Añadí una o dos ramitas de romero fresco (o deshidratado si no tenés fresco).
Dejalo hervir durante unos 10 minutos para que libere sus aceites esenciales.
Apagá el fuego y dejá reposar brevemente.
Usá el vapor para ambientar la habitación, o bien volcá el líquido en un recipiente para usarlo como base en infusiones, enjuagues capilares o limpiezas suaves.
Con esta sencilla práctica podés aprovechar las virtudes del romero en tu hogar, combinando aroma, limpieza y bienestar.
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