Javier Milei, ya con cabeza puesta en Estados Unidos y la ONU, aún sostiene el rastro de su paso por Paraguay, marcado por su línea política, pero también por elementos de la economía regional.

El encuentro entre el argentino y Peña puso mayor foco en las problemáticas del subcontinente, pero sin avances concretos.

Javier Milei, ya con cabeza puesta en Estados Unidos y la ONU, aún sostiene el rastro de su paso por Paraguay, marcado por su línea política, pero también por elementos de la economía regional.
La aparición del presidente de Argentina en Asunción se dio con foco en su participación de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), ya tradicional desde el comienzo de su gestión para las diferentes versiones. Con fuertes posicionamientos en dicho discurso y en la participación ante la Unión Industrial Paraguaya (UIP), la clave pasa por la bilateral con su para paraguayo, Santiago Peña.

Sobre los acuerdos del Mercosur para nuevos tratados comerciales en diferentes áreas y la situación puntual de ambos países con la Hidrovía Paraná-Paraguay, Joaquín Bernardis del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la UCSF, habló en CyD Litoral.
En primer lugar, la coyuntura de Sudamérica obliga a observar los avances, en mayor y menor medida, de acuerdos comerciales con otros bloques económicos.
Joaquín Bernardis remarcó inicialmente que “sucedieron la semana pasada que dos cumbres paralelas. Una la bilateral entre Milei-Peña y por otro lado una en Río de Janeiro, Brasil, con una reunión de cancilleres del Mercosur”.
“Por un lado, los presidentes (Milei y Peña) hablando de hacer foco en Asia-Pacifico. Por otro lado, los cancilleres tratando de avanzar con la suscripción, pero todavía no puesta en vigor, del acuerdo con el EFTA”, comentó Bernardis y agregó: “Marca una visión totalmente distinta, con Brasil apuntado a Europa y los presidentes del cono sur mirando al Pacifico”.

EFTA es la Asociación Europea de Libre Comercio, un bloque económico nacido en 1960 que actualmente cuenta con la participación de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, con foco puntual en el libre intercambio de bienes y servicios.

El pasado 16 de septiembre, los cancilleres del bloque sudamericano firmaron una declaración conjunta sobre el Tratado de Libre Comercio MERCOSUR – EFTA, el cual creará un área de libre comercio de casi 300 millones de personas con un PIB combinado de más de USD 4,3 trillones.
“Los cancilleres, con Brasil a la cabeza siendo sede, buscan impulsar no sólo el acuerdo con el EFTA, sino también anunciando el famoso acuerdo con la Unión Europea (UE), que está en una zona turbulenta ya que los europeos se encuentran avanzando con salvaguardias agrícolas, dentro del ‘paraguas’ de la organización mundial del comercio, pero con intenciones proteccionistas”, detalló el analista internacional en CyD Litoral.

Puntualmente sobre lo dialogado entre Argentina y Paraguay, el licenciado en Relaciones Internacionales indicó que “el destino asiático es interesante tras los recientes anuncios sobre retenciones para posicionar los productos del complejo de la soja y de la carne”. Este se trató más de un posicionamiento que de la firma concreta de acuerdos o mociones.

Si de firmas se habla, el acuerdo Mercosur - Unión Europea ya depende de lo que suceda en la Comisión Europea, luego de los avales de Brasil desde Sudamérica y de la propia Kaja Kallas, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad. Dentro de los países que más presionan para que se avance con la intención brasileña de firmar antes de fin de año, aparece España y Francia, este último con serias complicaciones por el rechazo interno.
Otro aspecto que toca de forma directa a Argentina y a la provincia de Santa Fe es la discusión por la Hidrovía Paraguay - Paraná.
“Recordemos los fracasos de las gestiones argentinas previas y la actual”, inició Bernardis al respecto, siguiendo las líneas de las principales críticas nacidas de la anterior visita de Milei a Paraguay, en abril, cuando no se tocaron los temas sensibles entre ambos países, sosteniendo sólo la actual condescendencia.

El licenciado hizo foco en los incidentes recientes sobre la Hidrovía: “Específicamente en la última semana hubo una serie de rispideces que son muy importantes en términos empresariales porque el peaje del tramo Confluencia–Santa Fe aumentó de 1,20 dólares por tonelada a 1,47 dólares. Esto es un aumento importante para las navieras paraguayas”.
“Las principales organizaciones empresariales, aprovechando que los visitaba Milei, fueron a pedir a Peña que se hable del tema. Ahora hay amenazas de que Paraguay recurra al arbitraje internacional si no se baja el peaje, algo que suele ser una práctica en la que Argentina sube por unos días el precio y luego lo vuelve a bajar”, comentó sobre las eventuales escaladas.
Este incremento, que afecta en el encarecimiento general de las exportaciones en áreas como la soja, el hierro y los contenedores, no se posicionó como parte de la agenda entre los presidentes sudamericanos, al menos desde el plano público.
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