La discusión por el uso de imágenes con derechos de autor en el marco de creación mediante herramientas con inteligencia artificial generativa podrían sufrir un rotundo cambio.

La firma de Sam Altman obligaría a las empresas a registrarse o reclamar por su material.

La discusión por el uso de imágenes con derechos de autor en el marco de creación mediante herramientas con inteligencia artificial generativa podrían sufrir un rotundo cambio.
Desde OpenAI, con su herramienta Sora a la cabeza, planean establecer un cambio en la metodología de control y ceder completamente la responsabilidad a las empresas que poseen contenidos con derechos de autor.

Los ejecutivos de la startup de Sam Altman notificaron a las agencias de talentos y estudios durante la última semana de septiembre que se les exigirá a los titulares de derechos de autor que se excluyan, de lo contrario, los materiales podrán ser utilizados con libertad por los usuarios.
La información fue revelada por The Wall Street Journal y apunta al concepto que prioriza la expansión de usuarios y la velocidad de innovación en Estados Unidos de cara al lanzamiento de la nueva versión de Sora.
“Si hay personas que no desean formar parte de este ecosistema, podemos colaborar con ellas”, explicó Varun Shetty, vicepresidente de alianzas mediáticas de OpenAI, en referencia a los mecanismos de protección incorporados en la herramienta de generación de imágenes de la compañía, según declaraciones recogidas por el medio estadounidense.

La línea roja se delimita por delante de las figuras públicas reconocibles que sin su consentimiento no podrían ser parte de las creaciones de OpenAI. Jason Kwon, director de estrategia de OpenAI, señaló que “nuestra política general ha sido tratar la imagen personal y los derechos de autor de manera diferenciada”, en declaraciones a The Wall Street Journal.
La justicia alemana intervino en una acusación relacionada con ChatGPT por una presunta violación de derechos de autor musicales. Se alega que el sistema de inteligencia artificial habría utilizado contenido protegido por copyright sin autorización. La medida judicial busca determinar si hubo un uso indebido de obras musicales en sus respuestas o funcionamiento.

Los procedimientos se originan en denuncias presentadas por titulares de derechos musicales que señalan que el modelo de OpenAI habría reproducido fragmentos de canciones protegidas o contenido derivado al generar sus respuestas. La acción judicial alemana pretende investigar si este uso constituye una infracción legal y, de confirmarse, establecer sanciones o medidas correctivas contra los responsables del sistema.
En este caso particular, la justicia alemana podría sentar un precedente sobre la responsabilidad legal de estas plataformas frente al uso de contenido protegido.
La plataforma de OpenAI ya brinda la posibilidad de realizar denuncias por el uso de material de derechos de autor, por fuera de los propios controles de la firma, con un formulario exclusivo para presuntas infracciones de sus derechos de autor.
La web oficial explica que al enviarlo se “declara que cree de buena fe que el material denunciado que se describe a continuación no está autorizado por el titular de los derechos, su agente ni por la ley; que la información contenida en este formulario es exacta; y, bajo pena de perjurio, que está autorizado a actuar en nombre del titular de los derechos de autor en cuestión”, aclarando que “es ilegal realizar declaraciones falsas a sabiendas en este formulario”.

Un aspecto de relevancia es que a diferencia de denuncias anónimas en otras plataformas o redes sociales, se puede proporcionar el nombre del titular de los derechos, su correo electrónico y los detalles de su denuncia a la persona que publicó el contenido que denuncia.
“Esta persona podría ponerse en contacto con usted para proporcionarle la información que proporcione. Por este motivo, le recomendamos proporcionar un correo electrónico comercial o profesional válido y genérico”, explican desde OpenAI.
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