Publicado en Montevideo en 1918, "Las lenguas de diamante" marcó el debut de Juana de Ibarbourou a los 22 años, con prólogo de Manuel Gálvez y una recepción inmediata en Uruguay y el extranjero. El libro se sitúa entre el modernismo tardío y las nuevas formas de lirismo de la poesía hispanoamericana.
Conserva rasgos del modernismo -cuidado formal, musicalidad, imaginería sensorial- pero introduce un tono más directo y vital, que integra el cuerpo con la naturaleza.
Por ejemplo, en versos como "Bajo la luna llena, que es una oblea de cobre,/ vagamos taciturnos en un éxtasis vago,/ como sombras delgadas que se deslizan sobre/ las arenas de bronce de la orilla del lago", la autora muestra la comunión entre yo lírico y entorno.
Ibarbourou prioriza la experiencia emocional contenida, más tangible y menos artificiosa que la de predecesoras como Delmira Agustini o María Vaz Ferreira. Su valoración crítica la ha convertido en figura canónica, aunque esto no la hace incomparable con otras voces femeninas de su época. La poesía mantiene elegancia formal y propone un registro más humano y personal en el panorama rioplatense.
Su estilo se caracteriza por lenguaje claro, versos regulares y una imaginería que une yo lírico y naturaleza. Evita metáforas excesivas y encadenamientos simbólicos, privilegiando la precisión sensorial. La naturaleza amplifica la experiencia corporal y el erotismo adquiere un matiz afirmativo y saludable, alejado del dramatismo romántico.
Sin embargo, la exaltación amorosa y la fusión con la naturaleza se repiten, limitando a veces la diversidad expresiva; la consistencia formal, en cambio, aporta coherencia rítmica y temática. El proceso de publicación explica parte del alcance del libro.
Ibarbourou comenzó en periódicos de Melo como Jeannette d'Ybar y reunió sus primeros poemas, que llamaron la atención del crítico Vicente Salaberry. La edición definitiva en Buenos Aires consolidó su posición en el ámbito rioplatense y el envío de ejemplares a Miguel de Unamuno, Gabriele D'Annunzio y los hermanos Antonio y Manuel Machado la situó internacionalmente.
Las reacciones fueron favorables: Gálvez destacó la vitalidad amorosa y Unamuno elogió la "casta desnudez espiritual" de sus versos. Esta edición, "Las lenguas de diamante. Edición comentada, 40 miradas críticas", reúne cuarenta lecturas de distintas épocas, ofreciendo un panorama plural sobre la obra, su recepción y sus límites comparativos dentro de su generación.