Vitiligo: qué es, cómo se trata y de qué manera afecta a quienes lo padecen
Esta condición autoinmune afecta a cerca del 2% de la población mundial. Aunque no es contagiosa ni peligrosa para la salud, puede tener un fuerte impacto emocional y en la calidad de vida.
Enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas
Cada 25 de junio se conmemora el Día Mundial del Vitíligo, una fecha que busca concientizar y visibilizar esta enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas debido a la pérdida de pigmento. Aunque no representa un riesgo para la salud física, el impacto psicológico y social puede ser muy profundo.
La Dra. Cecilia Raco, dermatóloga de DIM Centros de Salud, explicó a El Litoral los puntos más importantes para entender qué es el vitíligo, cuáles son sus causas, cómo se trata y de qué manera afecta emocionalmente a quienes conviven con esta condición.
El vitíligo es una enfermedad autoinmune
¿Qué es el vitíligo y por qué aparece?
El vitíligo es una enfermedad autoinmune en la cual el propio sistema inmunológico ataca por error a los melanocitos, que son las células encargadas de producir melanina, el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos. Como consecuencia, aparecen zonas despigmentadas, es decir, manchas blancas que pueden ubicarse en cualquier parte del cuerpo.
Se estima que afecta aproximadamente al 2% de la población mundial, sin distinción de género, edad ni etnia. Aunque puede surgir a cualquier edad, suele manifestarse con mayor frecuencia entre los 10 y 30 años. La enfermedad puede progresar de manera impredecible: en algunos casos las manchas se mantienen estables, y en otros pueden extenderse con el tiempo.
La especialista señaló que se trata de una condición con un fuerte componente genético: “Uno de cada cinco pacientes tiene antecedentes familiares de vitíligo”. Sin embargo, además de la predisposición genética, existen otros factores que pueden desencadenar o agravar su aparición.
Entre ellos, el estrés emocional intenso es uno de los más frecuentes. También pueden influir quemaduras solares, traumatismos en la piel, exposición a determinados productos químicos o la presencia de otras enfermedades autoinmunes, como diabetes, trastornos tiroideos o anemia perniciosa.
Se trata de una condición con un fuerte componente genético
Tratamientos: ¿Se puede recuperar el color de la piel?
Actualmente, el vitíligo no tiene cura definitiva, pero sí existen tratamientos que pueden ayudar a frenar su avance y, en muchos casos, lograr la repigmentación de las áreas afectadas.
“La elección del tratamiento depende de cada paciente, de la extensión de las manchas, su localización y si la enfermedad está activa o estable”, explicó la Dra. Raco.
Las opciones terapéuticas incluyen:
Cremas tópicas: Se utilizan corticoides o inhibidores de la calcineurina, como el tacrolimus, especialmente en lesiones pequeñas y localizadas.
Fototerapia UVB de banda estrecha: Es uno de los tratamientos más efectivos. Consiste en exponer la piel a una luz ultravioleta controlada que estimula la producción de melanina.
Terapias inmunosupresoras orales: Indicadas en casos severos, para controlar la respuesta autoinmune.
Tratamientos quirúrgicos: Como injertos de piel o trasplante de melanocitos, reservados para pacientes con vitíligo estable y sin nuevas manchas desde hace al menos un año.
Un avance reciente es la aprobación por parte de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) del uso de ruxolitinib en crema, un medicamento que ha mostrado buenos resultados en la repigmentación, especialmente en pacientes con vitíligo no segmentario mayores de 12 años. Este tratamiento ya está en evaluación para su uso en otros países, incluido el continente europeo.
Cuidados de la piel y del bienestar emocional
Más allá de los tratamientos médicos, los cuidados diarios de la piel son fundamentales para quienes viven con vitíligo. Las zonas despigmentadas son mucho más vulnerables a las quemaduras solares, por lo que el uso de protector solar con FPS 50 o superior es indispensable, incluso en días nublados.
“La piel debe tratarse con mucha suavidad: evitar productos irritantes, no frotar al secar y utilizar cremas humectantes sin fragancias”, recomendó la dermatóloga. Además, se aconseja usar ropa que proteja del sol y mantener hábitos saludables que ayuden a controlar factores como el estrés.
En cuanto a la alimentación, aunque no existe una dieta específica para el vitíligo, se sugiere priorizar alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, incorporar vitamina C y E, y reducir el consumo de alimentos ultraprocesados. Algunos pacientes refieren mejoría al evitar gluten y lactosa, aunque esto debe ser evaluado en forma individual.
El aspecto emocional es quizás uno de los más desafiantes. “El impacto en la autoestima puede ser muy fuerte, sobre todo en adolescentes o en personas con actividades laborales donde la imagen es relevante. La visibilidad de las manchas puede generar angustia, inseguridades e incluso llevar a situaciones de discriminación”, señaló la especialista.
Por eso, contar con acompañamiento psicológico es clave. Las terapias pueden ayudar a fortalecer la aceptación, mejorar la autopercepción y enfrentar mejor el día a día. También es muy importante el apoyo del entorno: familia, amigos y espacios laborales que promuevan la empatía y la inclusión.
Convivir con el vitíligo: romper mitos y fomentar la empatía
El vitíligo no es una enfermedad contagiosa ni representa un peligro para la salud física. Sin embargo, el desconocimiento y los prejuicios pueden ser una carga adicional para quienes lo padecen. Informarse, hablar del tema y visibilizar esta condición son pasos fundamentales para construir una sociedad más empática.
“El objetivo es que las personas con vitíligo puedan vivir plenamente, sin esconderse ni sentirse avergonzadas de su piel. El color de la piel no define a nadie”, concluyó la Dra. Cecilia Raco.
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