Un movimiento involuntario en el labio puede convertirse en una preocupación para quien lo experimenta. Muchas personas temen que sea señal de una enfermedad neurológica como el Parkinson.

Aunque puede generar alarma, en la mayoría de los casos se trata de un fenómeno benigno similar al temblor del párpado. Se Recomienda identificar la causa para poder solucionarlo.

Un movimiento involuntario en el labio puede convertirse en una preocupación para quien lo experimenta. Muchas personas temen que sea señal de una enfermedad neurológica como el Parkinson.
Sin embargo, los expertos aclaran que, en la gran mayoría de los casos, se trata de un fenómeno transitorio, de origen benigno y sin mayores consecuencias para la salud.

El neurólogo Francisco Varela (MN. N° 139048), explicó a El Litoral que el temblor en el labio, ya sea en el superior o en el inferior, corresponde a un movimiento involuntario, rítmico y en ocasiones intermitente. Se percibe como un “temblor fino” o pequeños espasmos localizados.
“En la gran mayoría de los casos no reviste relevancia, aunque dependiendo de la frecuencia, la duración y la presencia de otros síntomas, puede requerir una consulta médica”, indicó el especialista.
Si bien no es uno de los motivos más habituales de consulta neurológica, tampoco es un hecho raro. Según Varela, muchas personas lo experimentan en algún momento de su vida y puede compararse con la conocida mioquimia palpebral, es decir, el “temblor del párpado”, que suele aparecer en momentos de estrés o cansancio.
“El labio, al igual que el párpado, tiene una musculatura muy fina y sensible a factores que aumentan la excitabilidad muscular. Por eso reacciona con pequeños espasmos en situaciones de tensión”, agregó.

Entre las causas más habituales de este fenómeno se encuentran el estrés, la ansiedad y el cansancio. En estas situaciones, el organismo libera adrenalina y otros neurotransmisores que incrementan la contractilidad muscular y pueden provocar espasmos localizados.
“Así como el temblor del párpado suele aparecer en épocas de sobrecarga laboral, nervios o falta de descanso, el temblor del labio comparte el mismo mecanismo”, detalló Varela.
Otros factores que pueden contribuir son el consumo excesivo de cafeína o alcohol, la falta de horas de sueño y el sobreesfuerzo físico. En la mayoría de los casos, ajustar estos hábitos suele ser suficiente para que el síntoma desaparezca.

Aunque mucho menos frecuentes, existen algunas condiciones neurológicas que pueden incluir temblores en la zona del labio o la cara. Entre ellas, Varela mencionó:
Temblor esencial: un trastorno del movimiento que, en raros casos, puede afectar labios o lengua.
Enfermedad de Parkinson: uno de los temores más comunes de los pacientes que consultan por este síntoma. Sin embargo, el especialista aclaró que, en el Parkinson, el temblor suele comenzar en las manos y en la mayoría de los casos no se localiza en el labio, sino en el mentón. Además, suele acompañarse de otros síntomas, como rigidez o lentitud de movimientos.
Hemiespasmo facial: una condición poco frecuente que provoca contracciones sostenidas en varios músculos de un lado de la cara, y que resulta mucho más notoria que un simple temblor localizado en el labio.
“Lo esencial es que el temblor en el labio tiene el mismo origen que el del párpado y no está relacionado directamente con enfermedades neurológicas como el Parkinson”, remarcó Varela para llevar tranquilidad.

Aunque lo más común es que estos episodios sean pasajeros y sin importancia, hay situaciones en las que sí conviene acudir al médico. Varela recomienda hacerlo cuando:
El temblor persiste durante varias semanas o empeora con el tiempo.
Se acompaña de otros síntomas como debilidad, rigidez, dificultad para hablar o tragar.
Afecta la vida diaria o genera gran preocupación en la persona.
En esos casos, una evaluación neurológica permite descartar causas más complejas y, si fuera necesario, iniciar un tratamiento adecuado.

El especialista compartió algunas medidas simples que ayudan a disminuir los episodios y a prevenir su aparición:
Dormir de manera adecuada, respetando rutinas de descanso.
Reducir el consumo de cafeína y alcohol.
Evitar el sobreesfuerzo muscular.
Practicar técnicas de manejo del estrés, como meditación, respiración profunda o actividad física regular.
Consultar al médico si el cuadro es persistente o se acompaña de otros síntomas.
Un síntoma que alarma más de lo que preocupa
El temblor en el labio es un fenómeno que, aunque llamativo y a veces molesto, rara vez tiene un trasfondo grave. Se trata, en la mayoría de los casos, de una respuesta del cuerpo al estrés, la ansiedad o el cansancio, y se resuelve con descanso y hábitos saludables.
“Es un síntoma que genera más alarma que preocupación médica real. Lo importante es saber que, salvo en casos persistentes o con otros signos asociados, no indica una enfermedad neurológica grave”, concluyó Varela.
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