El dueño de las llaves del seleccionado argentino dentro del campo de juego, el clarísimo Juan Sebastián Verón, de ninguna manera se dejó llevar por la euforia de la clasificación que con tanto esfuerzo se consiguió para el Mundial de Sudáfrica 2010 e hizo una llamado “a una profunda autocrítica” para tratar de alcanzar el vuelo colectivo que tanto hace falta.
“No hay mucho para festejar, esto ha sido un desahogo por todo lo que pasamos. Sufrimos, aguantamos el resultado y al final lo pudimos ganar, pero tenemos mucho para mejorar. Esto sirve para que ahora, con mayor tranquilidad, el técnico (Diego Maradona) tenga el tiempo necesario como para corregir lo que hay que corregir y armar un equipo para el Mundial” advirtió Verón tras el 1-0 ante Uruguay en el Centenario que le puso fin a ese Via Crucis que fue el camino hacia el mundial que organizarán los africanos.
Verón, quien heredó de su padre Juan Ramón (gloria de estudiantes de La Plata como él) el talento para jugar al fútbol, dio otra muestra de los reflexivo que es a pesar de haber sido tocado por la varita mágica.
“El análisis va muy por dentro en este momento. Cada uno tiene que hacer el suyo. Pero lo que todos queremos es una Argentina que nos haga divertir y no sufrir”, admitió al mismo tiempo que reclamó el capitán de los Pincharratas.
A pesar de que hubiera sido muy fácil y tentador abrazarse al triunfo, quien ya estuvo en dos mundiales (Francia ’98 y Corea-Japón 2002) de ninguna manera desaprovechó la ocasión para pedir un crecimiento del grupo que permita llegar a la magna cita de mediados del año próximo con la preparación acorde.
“En este momento de euforia no hay que esconder las cosas debajo de la alfombra y por eso ahora hay que hacer una profunda autocrítica. Argentina es un grande y no tiene que festejar lo que festejó en Montevideo. Pero es momento de mirar para adelante y pensar en el Mundial”, precisó Verón.
Fuente: DyN






























