El apoderado del frigorífico Cordial, Alejandro Schafer, confirmó que la firma baraja la posibilidad de cerrar sus puertas en la planta industrial de Roque Sáenz Peña al 7200, ante la falta de respuestas por el grave ataque perpetrado el jueves 29 de marzo.
Ese día, con más de 30 cm de agua en el interior de las viviendas del barrio San José, unas 80 personas -entre hombres, mujeres y chicos-, irrumpieron en las instalaciones del frigorífico. Ocurrió en horas de la siesta, minutos después de la salida del último empleado. Los asaltantes emplearon más de una hora para consumar el saqueo, pero la policía no llegó a tiempo, porque se encontraba desbordada.>
"Forzaron las puertas, rompieron candados y el portón de acceso de camiones. Además de robar lo que encontraron a su paso, al retirarse rompieron todo. No fue por hambre", resumió Schafer.>
Para el empresario cárnico no se trató de "un hecho al azar, porque no salieron a saquear en toda la ciudad". Las pérdidas en mercadería superan los $ 300.000, y todavía no relevaron lo que les costará reponer las herramientas y reparar las máquinas dañadas, porque "lo que no se llevaron lo destrozaron". Como si esto fuera poco, "además somos damnificados por el agua porque tuvimos 40 cm" en las instalaciones.>
Medida extrema
El panorama era desolador cuando los vándalos abandonaron la fábrica. Había trozos de carne esparcidos por el suelo y flotando en el agua de lluvia, papeles desparramados en la administración y hasta una pileta del baño fue destrozada.
"Rompieron la descuereadora, que es una máquina carísima e importada", se lamentó Schafer. Y dijo que el 90% de los productos que se llevaron eran elaborados, y estaban destinados a las ventas de la semana.>
"Si no tenemos un auxilio o ayuda del gobierno, no vamos a tener otra alternativa que cerrar, porque estamos pasando por una crisis financiera, por la falta de recursos", declaró el empresario. La medida extrema dejaría sin trabajo a 25 operarios.>
Atentos a resolver la situación cuanto antes, desde la empresa se contactaron con el Ministerio de la Producción, "donde nos dijeron que no tenían ninguna solución para darnos". Y desde el gobierno, les prometieron una audiencia con Jorge Obeid, "pero después de 10 días no tenemos nada en concreto", salvo la custodia de la Guardia Rural Los Pumas.>
Con tiempo
Preocupado por lo ocurrido, Alejandro Schafer argumentó que a diferencia de otros intentos de saqueos en la ciudad, "acá lograron su cometido y además contaron con dos horas y media para hacerlo".
Esa tarde sonó la alarma, pero la policía demoró demasiado porque la comisaría 10° que atiende la jurisdicción, estaba bajo agua y fuera de servicio.>
Igualmente fueron detenidas unas 15 personas, a las cuales trasladaron hasta la Comisaría 4ta, en la cámara de uno de los camiones de la empresa. Pasadas las 24 horas no había detenidos por el hecho y nada se supo de los cabecillas.>
"Tuvimos otros robos, pero jamás como éste", contó el empresario, que más tarde se enteró que los productos "se vendieron en los barrios a precios insólitos".>
Después del agua, lluvia de piedras
El feriado del lunes 2 de abril fue uno de los días más álgidos para la policía. Los piquetes comenzaron temprano por la mañana en las avenidas Blas Parera y Peñaloza, y los manifestantes se acercaron a los supermercados mayoristas con claras intenciones de saquearlos.
El primer blanco fue el mayorista Yaguar, de avenida Blas Parera al 5800. Ocurrió después del mediodía, pero el ataque fue disuelto por vía de la negociación y con la llegada de mercadería. Alrededor de las 21, el ambiente era otro y, en vez de negociar, hubo intercambio de piedras y balas de goma.
El saldo de esos enfrentamientos fue de tres policías golpeados y cortados por los cascotazos provenientes de la avenida.
Durante la tarde noche, también rompieron las aberturas del mercado mayorista Stock de avenida Peñaloza, a la altura del barrio Las Flores II. Allí se llevaron equipos informáticos y otros elementos de valor, pero no alcanzaron los productos del depósito.
Otro frigorífico fue asaltado durante la madrugada del martes. Se trata de la firma Ubiergo, de calle Ecuador al 3900. Los asaltantes no llegaron a la cámara frigorífica porque, cuando violentaron sus puertas, se accionó el sistema de alarma.
El botín
3 mil jamones crudos*
4 mil bondiolas
1.500 pancetas (arrolladas y saladas)
400 lomitos terminados
500 kg. de tapa de cerdo
20 carros de acero inoxidable
20 cuchillas
20 chairas
3 básculas (2 de piso y 1 aérea)
3 computadoras completas*Todos los productos cárnicos estaban elaborados y listos para la venta.

































