Luis Rodrigo - politica@ellitoral.com
El senador nacional Rubén Giustiniani confía en que “la sociedad en 25 años de democracia ha madurado muchísimo”. Piensa que no habrá confusiones y que el 28 de junio los santafesinos votarán por otorgar “el premio o castigo al gobierno nacional”.
“Cada ciudadano cuando decide su voto lo hace sabiendo conscientemente por qué lo hace”, afirma.
Considera además que “la sociedad santafesina hace más de un año y medio que le puso un punto de inflexión a más de dos décadas y media de gobierno justicialista; y le dio la responsabilidad de gobierno al Frente Progresista. Con el voto de los ciudadanos, creo que se va a ratificar esta dirección: que no se va a mirar al pasado, que no garantizó ni salud pública ni educación pública, ni una mejor justicia, ni un mejor Estado para la sociedad”.
Giustiniani, cuya propaganda gráfica ya se encuentra en las paredes de la ciudad (el sábado se reúne el PS a nivel nacional para definir candidaturas) habla de un tercer elemento, “que corta estas dos cuestiones nacional y provincial: quién ha defendido los intereses de Santa Fe en el Congreso de la Nación, quiénes lo han hecho cuando el matrimonio Kirchner medía muy alto en las encuestas?... Estas son las cuestiones presentes en la elección”.
Sobre la participación o no del gobernador Hermes Binner (y la exposición de su figura en la arena política de mayo y junio) subrayó: “La campaña la hacen los candidatos, las ganan o pierden los candidatos”.
“El gobernador tendrá una actitud coherente con lo que decimos en el Frente Progresista. Será consecuente con el compromiso que tomó con la ciudadanía: seguirá dedicado a gobernar. No vamos a hacer como Scioli, candidato a diputado en el polvorín de la provincia de Buenos Aires. Y sobre todo vamos a ser coherentes con lo que sostenemos de toda la vida: es fundamental que los aparatos del Estado no se pongan en función de intereses o campañas electorales”, promete.
Santa Fe y las elecciones
—En el país se dibuja un mapa político más nítido, con alianzas ideológicas afines. ¿Cuál será el aporte y el rol del Frente Progresista y su experiencia en Santa Fe?
—El sistema político se está clarificando: tenemos un polo que es el oficialismo kirchnerista, otro es el peronismo que se ha ido del esquema K que tiene una alianza con el PRO y por otra parte, la confluencia de radicales, coalición cívica y socialistas, y dentro de este espacio la experiencia en Santa Fe es importante, que es mirada con interés en el plano nacional. La figura del gobernador Binner ha crecido en el país de manera notable y la acción de gobierno de este año y medio donde la prioridad es la educación y la salud pública, y de reformas importantes al sistema judicial, con la apuesta por la participación ciudadana en la construcción del plan estratégico, muestra un gobierno que es punto de referencia en el plano nacional.
Desde el socialismo nos preocupa este volver a los lemas que ya estaban sepultados, desde hace dos elecciones en Santa Fe. No es bueno que un mismo partido le diga a la sociedad que tiene dos propuestas contradictorias. Lo importante es que ese partido dirima sus diferencias y después haga un compromiso, un contrato con la sociedad, para lo que harán después sus legisladores en el cargo.
—Pero parece que el peronismo dividido da ventajas...
—El cálculo electoral no nos interesa (y son discutibles los pros y los contras de estos neolemas). Lo importante es rechazar el mamarracho institucional que ha comenzado con el adelantamiento de las elecciones: había una ley que fijaba una certidumbre, la certeza del cuarto domingo de octubre, que se cambió por un traje a la medida del oficialismo, otro dato del mamarracho es que será candidato en Buenos Aires Néstor Kirchner que figura en el padrón de Santa Cruz y en lo último es esto de los gobernadores e intendentes que están en campaña como candidatos a diputados y concejales... ¿Quién va a gobernar en estos 60 días un polvorín como la provincia de Buenos Aires si el gobernador se dedica a hacer campaña? Y la capacidad e imaginación del justicialismo no se termina: en Santa Fe se crearon los neolemas... Es un mamarracho institucional frente a los que tenemos la responsabilidad de decirle a la sociedad: no estamos de acuerdo.
—¿Cómo será el debate de esta campaña, a usted le va a tocar discutir con el peronismo de kirchneristas y supuestos antikirchneristas?
—Coincido: kirchneristas y supuestos antikirchneristas. Cuando uno debate en campaña la primera actitud es rendir cuentas de qué hemos hecho cada uno. Nosotros no descubrimos en el quinto año de mandato que Santa Fe era perjudicada por el gobierno nacional, nosotros lo dijimos cuando el matrimonio K daba muy alto en las encuestas. No recién ahora que está por el piso. Esta carrera por diferenciarse del gobierno nacional en que están anotados algunos es puro oportunismo electoral.
Queremos una campaña de propuestas, de compromisos. Los tenemos para esta etapa del país, en la que las respuestas del gobierno nacional no han estado a la altura de la crisis: la venta de automotores y sus estímulos oficiales, de electrodomésticos, etc., se han escurrido como agua entre los dedos. Y el uso del dinero de los jubilados no tuvo ninguno de los controles establecidos por la ley que apoyamos, son fondos que se usaron, como todo el dinero público, con la misma lógica del kirchnerismo, sin transparencia.
Fueron los kirchnersistas y los hoy supuestamente antikirchneristas los que votaron los superpoderes, los que conformaron condiciones para el incumplimiento de la ley de coparticipación, para que la Nación se quede con 2.800 millones de pesos por año que deberían ser para Santa Fe.
Nosotros proponemos el compromiso de pujar por una nueva ley de coparticipación federal y de una actitud de defensa de los intereses provinciales real, no sólo declamada...
—Son tantas las mayorías especiales que exige la Constitución para reformar la ley de coparticipación que parece muy difícil ese consenso.
—Es tanto el unitarismo de este gobierno, tan grande la concentración de recursos que se ha provocado en la caja central, tanto el despojo a las provincias (que de 65% del total de la torta de la renta al 26%) que va a ser totalmente posible. No va a ser difícil ponernos de acuerdo todos los legisladores del interior para poder por lo menos revertir la coparticipación primaria. Que se respete el piso del 34%, el art. 7º de la ley que hoy se está violando.
—Va a ser entonces un mérito del gobierno nacional...
—(Risas). Sí, como tantos méritos tiene este gobierno en hacer que hoy la ciudadanía visualice a la oposición.
































