En el mundo del deporte profesional, el rendimiento no solo se juega en la cancha. Detrás de cada pase, cada punto y cada victoria, hay una estrategia invisible pero fundamental: la nutrición.
Luisina Fertonani, especialista en alimentación aplicada al deporte, explicó cómo estructurar una dieta efectiva según las exigencias y etapas de competencia.
En el mundo del deporte profesional, el rendimiento no solo se juega en la cancha. Detrás de cada pase, cada punto y cada victoria, hay una estrategia invisible pero fundamental: la nutrición.
Luisina Fertonani, nutricionista deportiva y parte del staff del Club Atlético Colón, trabaja codo a codo con el plantel profesional de básquet y colabora con el área del fútbol. Desde su experiencia, explicó la complejidad de diseñar una alimentación adecuada para los atletas.
“Es un desafío diario porque la mayoría de los chicos come todos los días en el club”, afirmó Fertonani, quien resaltó la diferencia en el abordaje según la disciplina: “En el equipo de básquet, al ser 12 o 15 jugadores, se puede puntualizar un poquito más. En el jugador de fútbol es más general y se va ajustando con los casos especiales”, comentó.
Esta atención personalizada permite ajustar la alimentación no solo al perfil de cada deportista, sino también al momento de la temporada en que se encuentran. “En pretemporada se busca un objetivo diferente al que se busca en competencia”, explicó. Y agregó: “Las recuperaciones también van variando según los partidos y los objetivos que se persiguen”.
Fertonani destacó que la alimentación cumple un rol central, especialmente en deportistas que atraviesan calendarios exigentes. “Tenemos que sí o sí tener en cuenta las recuperaciones, que es lo que cobra más importancia en ellos, sobre todo cuando tienen partidos muy seguidos, como pasa con el básquet, que en plena temporada pueden llegar a jugar tres partidos por semana”.
En este contexto, la calidad de los nutrientes es clave. “Tiene que haber una porción de hidratos de carbono, proteínas y vegetales en todas las comidas”, detalló. Entre los alimentos esenciales, mencionó “cereales, pan de buena calidad, choclo, papa, batata, fideos, frutas, verduras, carnes, huevo y queso”. Y aclaró que “las proteínas son fundamentales para la recuperación muscular”.
Los deportistas de alto rendimiento deben consumir más calorías que la población general. Sin embargo, deben mantener un equilibrio entre disciplina y disfrute. “A veces se les da algún ‘gustito’ en el postpartido, algo que se privan durante la semana para no afectar su rendimiento”, reconoció la profesional.
Esa conciencia se extiende a su vida personal. “El jugador sabe que el rendimiento es lo máximo, lo que los lleva al triunfo o al mal llamado fracaso. Ellos ya naturalmente lo hacen porque saben que si no afecta a su rendimiento”, reflexionó.
Incluso las salidas sociales se planifican para no interferir con el desempeño: “Saben en qué momento tener su salida, porque es súper necesario para todos, pero tratan de que no les afecte”.
Para Fertonani, el éxito nutricional no se alcanza solo con buenos alimentos. “Siempre van de la mano la alimentación y la actividad física”, afirmó. De hecho, sostuvo que “la actividad física pesa un poquito más”, aunque sin alimentación adecuada no hay progreso.
Finalmente, ofreció una reflexión válida tanto para atletas como para personas activas: “Lo más importante es ser constante. No se trata solo de ir al gimnasio, sino de estar activos: caminar hasta la verdulería, cargar las bolsas. Y en cuanto a los alimentos, no hay que tenerle miedo a los hidratos, sino elegirlos bien: alimentos integrales, legumbres, frutas y verduras”.
Porque en el deporte, como en la vida, son la constancia y el equilibrio los que marcan la diferencia y llevan al verdadero éxito.
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