Por José Luis Pagés
Ahora suman tres los hombres que se hallan detenidos, incomunicados y a disposición de la Justicia, en el marco de la investigación dirigida a esclarecer las circunstancias por las que el niño Lisandro Zuliani perdió la vida.
Así lo confirmó el jefe de Policía del departamento La Capital, el comisario Juan Hek, en una conferencia de prensa en la cual recordó que el diagnóstico trazado por el médico de la repartición fue el de ``muerte por asfixia por inmersión''.
La presunción del facultativo que examinó el cadáver en un primer momento sería coincidente con los resultados obtenidos por los forenses que examinaron el cadáver en la Morgue Judicial, esto diría que el menor de apenas 6 años de edad, no fue golpeado ni abusado por terceros.
Por lo dicho el titular de la Unidad Regional I omitió mencionar el caso niño Zuliani cuando enumeró detalladamente los cuatro hechos de homicidio registrados en la jurisdicción, alrededor del último fin de semana.
Hasta ahora la ausencia de heridas o marcas lleva a pensar que el nene se ahogó accidentalmente en el río Salado, en cuyas aguas aparecería flotando el último viernes, tres días después de haber desaparecido misteriosamente de su casa materna del barrio Parque, en Recreo Sur.
Pero aún así, aquello que nadie explica hasta el momento es: ¿Cómo fue posible que el cuerpo de la desventurada criatura llegara al curso del Salado, cuando el terraplén defensivo y un ancho y profundo reservorio separan el río de la planta urbana de Recreo Sur? ¿Cómo hizo para sortear esos dos obstáculos por sus propios medios un chico de apenas seis años?
Sería por esta y otras preguntas que todavía no encuentran respuesta que el magistrado interviniente _el juez de Instrucción Julio César Costa_, recibiría declaración a los detenidos mañana por la mañana.
Mientras tanto, conviene recordar que la Policía llegó hasta los ahora detenidos a partir de los dichos de algunos testigos que dijeron haber visto al pequeño Lisandro en compañía de los individuos que están bajo sospecha.
Esto, sumado a los dichos de algunos vecinos que describen a los señalados como probados delincuentes, con antecedentes contra las personas y la propiedad, permite pensar que esa supuesta ``asfixia por inmersión'' no alcanza para explicar el hecho investigado como un simple accidente.
Los que escuchamos a la madre del chico decir a viva voz y en medio de la calle: ``A mi hijo lo llevaron'', tampoco dejamos de escuchar a otras personas que desde un primer momento hablan de violadores, traficantes de drogas y venganzas prometidas.
En líneas generales vamos a recordar que el común de los vecinos y en particular los familiares piensan que Lisandro fue secuestrado y asesinado, caso contrario nunca habría aparecido su cuerpo en aguas del Salado.
Quizás los dichos de los sospechosos en sede judicial contribuirán al total esclarecimiento del caso de desaparición y muerte del pequeño Lisandro Zuliani.



































