Corresponsalía Rosario
En un operativo que incluyó unos 25 allanamientos en Rosario, Alvear y Villa Gobernador Gálvez, la Dirección de Control y Prevención de Adicciones de la provincia detuvo ayer a la tarde a diez personas que estarían vinculadas con la producción y venta de cocaína. El operativo fue el resultado de diez meses de tareas de inteligencia para seguir los pasos de esta banda que se movía en la zona sur de Rosario, y que se dedicaba no sólo a la comercialización sino también a la producción de cocaína.
A partir de la detención de Alejandro Carau Quevedo, quien fue interceptado por la policía cuando se trasladaba en un remís en las inmediaciones de la localidad Alvear, la ex Drogas Peligrosas aceleró una serie de allanamientos con el objetivo -según señalaron los voceros- de desarticular esta banda. Carau Quevedo cuenta con antecedentes por tráfico de drogas en la provincia de Santa Fe y en la policía lo recuerdan muy bien porque baleó a un comisario en 2005.
Según los voceros, en su poder se halló “algo más de un kilo de pasta base para preparar cocaína, una pistola calibre 40 con 11 proyectiles con punta de teflón capaces de atravesar chalecos antibalas, 13 mil pesos en efectivo y un bidón con acetona”, elemento utilizado para la fabricación de la droga.
Allanamientos
Tras pedir las órdenes de allanamientos al juez federal Marcelo Bailaque, los agentes de la ex Drogas Peligrosas realizaron más de 20 allanamientos en distintos puntos de Alvear, Rosario y Villa Gobernador Gálvez. La primera vivienda que los investigadores visitaron fue la de Carau Quevedo, ubicada en América al 2100, en la localidad de Alvear. En ese domicilio, los efectivos de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones secuestraron otros 100 gramos de pasta base, un litro de amoníaco, 15 litros de acetona. También otro tipo de precursores químicos que se utiliza para procesar la pasta base y obtener cocaína.
En la casa del narco, también encontraron sustancias que se utilizan en las denominadas “cocinas” para estirar la droga, y municiones de diferentes calibres, teléfonos celulares y una olla. En ese recipiente, según manifestaron los investigadores, los integrantes de la banda de Quevedo “cocinaban” la pasta base para convertirla en cocaína. Esa droga era después vendida en pequeñas dosis en la zona sur de Rosario.
Según los voceros de la investigación, tras haber hallado ese tipo de sustancias y materiales en la casa de Quevedo tenían que encontrar el laboratorio clandestino donde esta banda procesaba la droga.
Durante la tarde, policías de la ex Drogas Peligrosas se trasladaron a Rosario y realizaron más de una decena de allanamientos en diferentes domicilios, casi todos ubicados en la zona sur. Según fuentes de la brigada, además de lo secuestrado a Quevedo hay un resultado parcial que arroja unos 9 ladrillos de marihuana, algo más de un kilo y medio de cocaína ya elaborada, dos pistolas calibre 9 milímetros. En los procedimientos, 10 personas quedaron puestas a disposición de la Justicia federal en su presunto carácter de distribuidores y vendedores de la droga.
































