Ordenan al Municipio mantener las calles de Colastiné y La Guardia

En la sesión del jueves los ediles votaron una iniciativa de Carlos Pereira e Inés Larriera que establece que el Ejecutivo deberá garantizar una rutina permanente de mantenimiento de las calles a través de motoniveladoras; tareas de reposición de arena sobre las geoceldas existentes, y reparación de las que se deterioraron por falta de mantenimiento. “Recibimos muchas quejas de los vecinos de Colastiné porque se sienten abandonados, denunciando la falta de mantenimiento vial y la ausencia de servicios en general: no hay limpieza ni levantamiento de ramas; ni mantenimiento de desagües, ni reposición de luminarias”, enumeraron los concejales de la UCR en Juntos por el Cambio.

El Concejo Municipal aprobó en la sesión del jueves último un proyecto presentado por Carlos Pereira e Inés Larriera (UCR-Juntos por el Cambio) que establece que el Ejecutivo local deberá garantizar en las calles de los Distritos Colastiné y La Guardia una rutina permanente de mantenimiento de las calles a través de motoniveladoras; tareas de reposición de arena sobre las geoceldas existentes, y reparación de aquellas que se han deteriorado producto de la falta de mantenimiento”.

Además, se deberá informar al Concejo las rutinas de trabajo a implementar y la maquinaria y personal que estarán afectados a las tareas.

Carlos Pereira resaltó que “prácticamente desde el inicio de la gestión Jatón venimos haciendo hincapié en la necesidad de mantener las calles de Colastiné y La Guardia, y alertamos especialmente la importancia de realizar tareas de mantenimiento en las geoceldas que se instalaron en la anterior gestión y que representaron una verdadera mejoría para los vecinos”. En ese sentido, apuntó que “el mantenimiento es muy sencillo, pero al no hacerse se acorta la vida útil y pone en riesgo toda la inversión realizada”.

El concejal radical en Juntos por el Cambio remarcó que “los vecinos de la Costa manifiestan que se sienten abandonados: hoy no se ve mantenimiento de calles, ni limpieza, ni levantamiento de ramas y hojas, ni trabajos en los desagües que se abrieron en la anterior gestión, ni recambio de luminarias. Ya es hora de que el Municipio ponga manos a la obra”, enfatizó.

Las geoceldas

El sistema de geoceldas consiste en paneles de tiras de polietileno de alta densidad soldadas entre sí que conforman una estructura de confinamiento para la arena. Para su instalación se prepara en la calle una especie de “caja” en cuyo fondo se coloca una malla geotextil que deja pasar el agua y por arriba de esta malla la “geocelda”, que en cada uno de las celdas (tipo panal) va conteniendo la arena y evita que la misma sea llevada por el agua de lluvia; finalmente por encima del borde superior de las geoceldas se coloca una nueva capa de arena.

“Estas geoceldas fueron colocadas durante la gestión Corral en calles Las Macluras, Mocovíes, Chanaes, San Franciso de Asís, Magnolias, Curupíes, Las Moras, Los Eucaliptus, Los Talas. Pero necesitan de un cuidado especial”, reiteró Pereira.

Con el correr de las semanas y según la cantidad de lluvias registradas los vehículos que circulan van llevando en sus ruedas la arena que está húmeda en la capa que se encuentra por arriba de las geoceldas y, por lo tanto, es necesario ir reponiendo esa arena para que las geoceldas no queden expuestas, con el riesgo de roturas.

“El trabajo de reposición de arena por sobre la superficie de las geoceldas se ha venido realizando en forma muy deficiente desde que asumió la actual gestión, quedando expuestas en muchos sectores y sufriendo diversos tipos de daños”, apuntó Carlos Pereira, y consideró que “es muy penoso ver cómo las Geoceldas de Colastiné que tanto le han costado a la Ciudad y que han significado una enorme mejora para la circulación en el barrio se estén destruyendo de esta manera. Corremos el riesgo que en poco tiempo pierdan su vida útil. Y lo que más nos llama la atención es que es el propio Municipio, el que o por omisión o por un accionar negligente -ya que algunas veces son las propias motoniveladoras las que han roto pedazos de geoceldas- ha llevado a esta situación”.

De todas formas, el concejal apuntó que “los problemas no se limitan solamente a las calles que cuentan con geoceldas: toda la zona carece de rutinas permanentes de repaso y nivelación a través de motoniveladoras y, por lo tanto, luego de lluvias que degradan las calles de arena se forman desniveles, hondonadas, acumulaciones de agua y degradación del suelo, que no son reparadas o tardan semanas en resolverse