En nuestro país, en el año 1990 se incorporó el tratamiento con AZT. Era la primera droga que demostró reducir los índices de mortalidad, para lo cual se elaboró en la farmacia del hospital una suspensión de dicha droga, cuando todavía no estaba disponible para bebés.
"El descubrimiento de drogas más eficaces junto con la capacidad de cuantificar el virus con mayor exactitud a través del estudio de la carga viral, han sido los avances más importantes logrados a mediados de 1990 y contribuyeron a la mejor comprensión y tratamiento de la infección por HIV en los niños", explicó Andrea Mangano, investigadora del Conicet.
Dichos tratamientos fueron incorporados en 1997 y al analizar la evolución de los pacientes que los recibieron, se observó una marcada reducción en las complicaciones asociadas y una mejoría en la sobrevida que actualmente es mayor al 95%.
"En este momento contamos con más de 20 drogas para el tratamiento de la infección y trabajamos desde el principio del seguimiento con las familias de nuestros pacientes para asegurar la adherencia", explicó Mangano.
En 1994 se creó en el Garrahan el laboratorio de Biología Celular y Retrovirus (B.C.yR.) a cargo de la doctora Luisa Sen, investigadora del Conicet, para realizar el diagnóstico precoz de infección por VIH en niños nacidos de madres infectadas y desarrollar investigaciones en la patogenia de la enfermedad.
Hasta el presente se ha realizado el diagnóstico molecular en 2.800 niños de la ciudad de Buenos Aires, conurbano y diferentes provincias.
Además, desde 1997 se incorporó la determinación de carga viral en plasma para el monitoreo de las terapias; y desde mediados de 2006 se realizan estudios de resistencia a los antirretrovirales.
Fuente: Télam































