El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, asumió hoy la paternidad de un niño de casi dos años, una situación que no es nueva en América Latina, salvo por el hecho de que el protagonista de este caso fue obispo de la Iglesia católica hasta diciembre de 2006.
“Es cierto que hubo una relación (de pareja) con Viviana Carrillo (la madre del niño)”, afirmó Lugo en un mensaje a la ciudadanía, en el que aseguró que asume “todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño”.
El caso de Lugo es único solo por su condición de ex religioso, que para el Vaticano es efectiva desde el 20 de julio de 2008, cuando le concedió la reducción al estado laico.
Sin embargo, otros presidentes y ex presidentes de países de América Latina han tenido hijos sin estar casados o estando casados, por fuera del matrimonio.
La carne es débil, dice la Biblia sin exceptuar de esta afirmación a quienes detentan o han detentado el poder.
El gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene reconocida desde su nacimiento una hija, Lurian, que tuvo con Miriam Cordeiro, quien fue su novia después de haber enviudado de su primera mujer.
Desde 1975 está casado con Marisa Leticia Rocco Casa, cuyo hijo adoptó.
El mandatario boliviano, Evo Morales, que nunca ha estado casado, tiene dos hijos adolescentes de dos relaciones diferentes: Eva Liz, de 13 años, y Álvaro, de 11.
En los últimos meses, Morales ha sido visto públicamente con sus hijos, en ocasiones durante sus viajes oficiales al exterior, en campañas electorales y recientemente ambos le han acompañado y visitado durante la huelga de hambre que realiza desde la semana pasada en el Palacio de Gobierno.
Ni Lula ni Morales tuvieron que hacer reconocimiento público de su paternidad, pues esos hijos nacieron antes de su llegada al poder, al contrario que los peruanos Alan García y Alejandro Toledo.
Acosado por los medios de comunicación, García, que tiene cuatro hijos de su actual matrimonio con Pilar Nores y una hija de su primer matrimonio con Carla Buscaglia, admitió públicamente en octubre de 2006 que tenía otro hijo, Federico, fruto de una relación con la economista Roxana Cheessman.
García estuvo separado de Nores entre abril del 2004 y octubre del 2005, periodo en el que estuvo unido sentimentalmente a Cheessman y en el que nació Federico.
Federico “está reconocido desde el momento de su nacimiento”, “tiene mi apellido, tiene abiertas las puertas del hogar que yo tenga, aquí o afuera de palacio”, dijo el jefe de Estado.
García subrayó que se decidió a sacar a la luz su paternidad para evitar que se “señalara con un dedo a un niño que tiene derecho a su privacidad”.
El antecesor de García en la Presidencia de Perú, Alejandro Toledo, reconoció en octubre de 2002, después de una larga y complicada batalla judicial, la paternidad de Zarai, una niña, entonces de 14 años, cuya madre, la empresaria Lucrecia Orozco, llevaba años reclamando ese derecho en los tribunales.
Orozco creó incluso la organización no gubernamental “Zaraí Justicia” para ayudar a los niños con problemas de filiación paterna.
Toledo tiene además una hija, Chantal, de su matrimonio con la antropóloga belga Eliane Karp, de la que estaba separado cuando concibió a Zaraí.
El 18 de octubre de 2002, el entonces mandatario manifestó en un mensaje televisado a la nación que tomó la decisión de reconocer a Zaraí “en un camino largo y difícil que ha terminado mirándonos a los ojos” y se declaró contento por haber “ganado una hija”.
Al ex presidente argentino Carlos Menem también le costó reconocer un hijo que tuvo con una diputada, Martha Meza, la cual se suicidó ingiriendo un plaguicida a comienzos de 2003.
Carlos Nair Meza, nacido en 1981, ganó en 2006 un juicio de filiación contra Menem, quien tuvo dos hijos de su matrimonio con Zulema Yoma, Carlos, fallecido en 1995, y Zulemita, y uno, Máximo, con su segunda esposa, Cecilia Bolocco, enlace ya roto.
Carlos Nair, que fue concursante del programa Gran Hermano en Argentina, y Zulemita han acompañado a su padre en actos proselitistas y en reuniones familiares.
El brasileño Fernando Collor de Mello reconoció a un hijo fuera del casamiento en 1998, seis años después de haber renunciado a la Presidencia y cuando Fernando James Braz Collor de Mello ya tenía 18 años.
El hijo es fruto de una relación que el ex gobernante tuvo con Jucineide Braz da Silva, una mujer a la que conoció en una fiesta en 1980, cuando estaba casado con Lilibeth Monteiro de Carvalho.
En Venezuela está el caso del ex presidente Carlos Andrés Pérez que, estando casado con Blanca Rodríguez, reconoció legalmente a dos hijas con su amante Cecilia Matos, una de ellas biológica y la otra adoptada.
En México, el presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) fue hijo natural y durante su gestión suprimió en el Código Civil mexicano la distinción entre esa clase de hijos y los legítimos.
EFE

































