Un grupo de chicos de Villa Hipódromo interrumpieron la avenida entre Ángel Cassanello y Castelli. Reclamaban un camión del Ejército con alimentos que le prometieron ayer.
De la Redacción de El Litoral
Esta mañana, un grupo de chicos de Villa Hipódromo avanzó sobre la avenida Peñaloza, a la altura de Ángel Cassanello, y comenzó a incendiar cubiertas y bolsas de residuos. Una de las mujeres que mandaba a los muchachos dijo que la medida se debía a la falta de asistencia en el barrio.
El panorama que se registraba hoy se viene repitiendo desde el sábado, cuando el agua empezó a ceder para darle paso a las llamas. Anoche hubo varios puntos conflictivos en el norte de la ciudad, incluso algunos vecinos denunciaron que se escucharon tiros, amenazas, y que se cobraba peaje.
Ninguno de los realizadores del piquete que se extendía por la avenida Peñaloza tenía más de 16 ó 17 años. Estaban comandados por algunas mujeres, que ordenaban cubrir tal o cual arteria, y así impedir el paso de los coches.
Eran las 10.30 de este lunes feriado, cuando los pocos vecinos que habían decidido abrir sus negocios, comenzaron a oír los bombos y debieron cerrar. Pronto el olor a cubiertas quemadas, mezclado con el pestilente aroma de la basura, invadió la zona.
No había mayores, es decir, la mayoría de los chicos estaba sin sus padres en el reclamo, y muchos de ellos aprovecharon la ocasión para pedir alguna moneda a cambio de franquear el paso.
También se pudo observar algunos ataques aislados, a aquellos intrépidos conductores que desobedecían las órdenes de los jóvenes piqueteros. En algunos casos les arrojaban piedras, e incluso hubo un muchacho que tiró una bicicleta delante de una ambulancia que atravesaba el corte.
Sin asistencia
Cristina Miranda reconoció que estaban ``desde el sábado a la noche con los cortes'', al punto que se erigió como la responsable del grupo. En cuanto a los motivos, dijo que son sistemáticamente ignorados por las autoridades, dado que ``cuando nos estaba llegando el agua le pedíamos bolsas de arena y no traían nada''.
La mujer explicó que en la zona hay ``chiquitos carecientes, y mucha gente que tuvo pérdidas de colchones, roperos, ropa y calzado''. Además, contó que reanudaron los reclamos porque les habían prometido ``un camión del ejército con comida y lo necesario para los chicos'', para esta mañana, y la provista nunca llegó.
En Villa Hipódromo había cierto malestar porque ``dijeron que nunca nos inundamos, y a todos nos entró agua y tuvimos pérdidas'', relataron. Como si fuera poco, ante el desabastecimiento de víveres, algunos comerciantes vendían el kilo de pan a más de $ 5, ``cuando mucha gente está sin trabajo y vive del plan del gobierno'', aseguraron.
Otros puntos
Además del corte de esta mañana, hubo otros entre Gorostiaga y Estanislao Zeballos. Anoche, una gran cantidad de gente se concentró en la esquina de Gorostiaga para reclamar asistencia.
Lo mismo ocurrió en Estanislao Zeballos y San José, donde esta mañana todavía había vestigios de gomas y cartones quemados. Allí, los vecinos de la cuadra relataron que quienes practicaron el piquete provienen de la villa San José, y que persiguen la asistencia del gobierno.
Un capítulo aparte de lo que trajeron aparejado los cortes fueron los disparos de armas de fuego que se oyeron anoche en barrio San José. También en San Martín los habitantes reclaman el refuerzo en la seguridad y confirmaron que de noche se oyen detonaciones de arma.
En ese sentido, se pudo constatar la total inacción de la fuerza pública. Esta mañana la primera camioneta de la Policía llegó pasada la media hora de interrumpida la calle, y se fue de inmediato. El resto de los móviles que merodeaban en la zona doblaban directamente en Zeballos.
En Barranquitas Oeste
A diferencia de la actitud tomada por algunos habitantes del norte, en Barranquitas Oeste buscan la manera de evitar el corte de la avenida Presidente Perón, ante la falta de asistencia en el barrio.
En la franja que va de la avenida Iturraspe, hasta calle Perú, un grupo de vecinos que no alcanzaron a inundarse, decidieron tomar las riendas de la situación y organizar al barrio.
Lucas Esquivel, uno de los encargados de tramitar la asistencia, reconoció que ``desde anoche la gente quiere cortar la calle, y estamos conteniendo y sosteniendo no cortar la avenida''.
A cambio, les propusieron a los vecinos ``realizar un relevamiento de la gente que está viviendo en el agua, y con eso realizar un reclamo más importante'' ante el municipio o la provincia.
``Tenemos ayuda de Promoción Comunitaria para 30 personas'', dijo Esquivel, cuando la situación afecta a muchísimos más. Esta mañana había tres personas confeccionando las listas de autoevacuados y afectados que se quedaron en sus casas.
Por otra parte, quisieron hacer público que hay 60 personas albergadas en la iglesia San Francisco Solano, ``que no figura como centro de evacuados'' y necesitan con urgencia ``un baño químico y la presencia de médicos''.
Sin policías
Si bien el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, solicitó el jueves ``que cesen los cortes de calles y rutas'', al mismo tiempo el gobernador de la provincia aseguró que no se tomarán medidas represivas ante la intransigencia de los manifestantes. La policía, con las manos atadas, ni siquiera aparece.
Otro corte
Vecinos del barrio Policial realizaron esta mañana un corte de calle, en la intersección de Misiones y Bernardo de Irigoyen, en pedido de ayuda. Aseguran que ninguna autoridad asistió al barrio a proveer a los autoevacuados de alimentos, pañales, frazadas y colchones. Por tal motivo, organizados con un referente por cuadra, solicitan donaciones; las que pueden ser acercadas a la esquina donde se produjo el corte.



































