La cosecha del trigo de esta campaña caería en alrededor del 25 por ciento, respecto del ciclo previo, debido a los daños irreversibles que provocó la sequía en zonas productivas núcleo.
Datos proporcionados hoy desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que esa situación "es predecible", debido a que en las regiones más castigadas por la falta de agua se localiza un "número considerable de hectáreas sembradas que enfrentan una situación irreversible".
El reporte destaca que el tiempo adverso continuó durante la semana desmejorando los cultivos en La Pampa, Santa Fe, Córdoba y parcialmente a los de Buenos Aires, Entre Ríos y en las provincias del noroeste. Además, temperaturas cálidas y la ausencia de lluvias (a excepción de las ocurridas en sectores de Córdoba) continuaron secando los suelos, por lo cual las "pérdidas de área cosechable y rendimientos potenciales se incrementan paulatinamente".
La continua falta de reposición de agua afecta ahora también al centro oeste bonaerense donde los cultivos comienzan a entrar en etapas de definición del rendimiento, muy demandantes en humedad.
Asimismo, y de acuerdo a la misma fuente informativa, "es crítica la condición del cultivo en el extremo sur de Buenos Aires", aunque los plantíos soportan, en cambio, la falta de humedad en el sudoeste y es todavía favorable la evolución en el sudeste (Mar y Sierras) de la provincia.
La persistencia del clima adverso podría causar una reducción mayor a la estimada, remarca el reporte elaborado por la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y subraya que los rindes caen hasta un 50-60 por ciento, respecto de los normales promedio, por lo cual se proyecta que será "escasa" la recolección de grano. En la cosecha anterior se trillaron 14,5 millones de toneladas mientras que las primeras proyecciones para la zafra próxima estiman unas 11 millones de toneladas.
DYN































