En Rafaela, los casi 30 mm de agua caída hasta el mediodía, cambiaron el humor de los productores de la región, en especial por el aporte para las pasturas que se presentaban como escasas y magras, como consecuencias de las últimas heladas, que los estaba obligando a consumir las reservas previstas para gran parte del año. También contribuirán a mejorar el rendimiento de la cosecha de trigo, casi desaparecida de la zona, cuya área sembrada no alcanza ni al 20 por ciento de la última campaña y según el presidente de Sociedad Rural de Rafaela “dan un panorama esperanzador para el futuro, sobre todo, de la agricultura que va a ser mucho mejor si durante el mes se alcanzan los 50-60 mm porque en toda la zona no hay perfil de humedad para sembrar”.






























