En la opinión del Ing. Justo Domé, los pavimentos en general se ven afectados por la permanencia de agua en superficie, "ya sea por la insuficiencia del drenaje superficial si las pendientes transversales y longitudinales son limitadas, o si se carece de obras de conducción de los excedentes hídricos". Domé es socio gerente de la consultora Incociv y docente de la UTN regional Paraná en las cátedras Vías de Comunicación II y Geotecnia y, ante una consulta de El Litoral, aportó que "ese deterioro se agudiza si el pavimento está afectado por falta de un adecuado mantenimiento y, por sus grietas o fisuras, el agua se infiltra a las capas inferiores, provocando su debilitamiento".
A esto se suma que "la acción del tránsito, especialmente del pesado, sobre un pavimento en las condiciones antes descriptas, genera un deterioro que se acrecienta cuando las capas de apoyo se han visto saturadas por infiltración, y han perdido su capacidad portante".>
Esta situación -apunta- es muy negativa en pavimentos flexibles ya que además "el agua puede provocar el desprendimiento del agregado pétreo al desplazar al asfalto, generando el descubrimiento (o stripping), que favorecerá la formación del bache".>
"Los pavimentos de hormigón son los más apropiados para convivir con el agua, con más razón en ciudades como Santa Fe, de escasa pendiente", opina el especialista. Pero aclara que "también se ven afectados cuando no hay adecuado mantenimiento de las juntas o existen grietas no selladas que favorecen la penetración de agua, y se permite el desarrollo del efecto de `bombeo', en que la repetición de cargas que producen la deflexión de las losas, permite que el agua que penetró sea eliminada por las juntas, arrastrando partículas del suelo que generan huecos. Estos quitan sustentación a las losas, y ante la repetición de las cargas, terminan fracturándose y produciendo un bache", especifica.>
En ambos tipos de pavimento, "si los bacheos no son realizados correctamente (`escuadrado' o regularización de bordes del bache, retiro del material deficiente o con exceso de humedad, recompactación de la capa de apoyo, densificación del material aportado, adecuada conformación superficial para evitar retenciones de agua) su durabilidad será muy limitada, y constituirá un punto de debilidad que favorecerá el comienzo del nuevo deterioro".>
Los tiempos de Aguas
Para Aguas Santafesinas SA la lluvia también es problema: "las precipitaciones de marzo hicieron que prácticamente no se pudiera trabajar" y las reparaciones quedaron acumuladas para abril y mayo, explicó Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales.
Para la reparación de las cañerías, informó que "hay un tiempo mínimo que es de 10 días hábiles", que incluyen la reparación hidráulica, relleno que, "por disposición específica, no tiene que ser con la misma tierra que se sacó", el fraguado que insume tres días, la colocación de la losa y, por encima, el asfalto. "Si un día llueve, todo el trabajo se atrasa", concluyó.
En cuanto a la posibilidad de coordinar las tareas con la Municipalidad señaló que "las roturas son eventualidades" y por lo tanto no pueden anticiparse, aunque en el caso de obras de mayor magnitud, como la renovación de cañerías en un tramo céntrico de Moreno, se "sabe que luego de los trabajos se vuelve a dejar todo como estaba".
Por otra parte y haciéndose eco de los reclamos que acompañan la existencia de corralitos en las calles de la ciudad, aclaró que "siempre que haya un vallado en la calle es señal de que se está solucionando un problema". "El hecho de que sean visibles es señal de que se está trabajando sobre las redes. El vallado es parte de la solución y no del problema", concluyó.






























