Césped. Los chicos de Villa Oculta desean que la canchita tenga césped o, aunque sea, un mejorado. De esa forma, podrán jugar los días posteriores a las lluvias y no tendrán que esperar hasta que seque el barro.
Plaza. Las nenas del barrio fueron las primeras en pedir por una plaza con juegos lindante al potrero. “Ahora nos toca a nosotras”, expresó una de ellas.

































