Por José Curiotto Son sospechosos de haber tenido distintos grados de vinculación con el escape de Oscar Cardozo, el narcotraficante paraguayo que el 9 del mes pasado abandonó la Jefatura de Reconquista. Sus cómplices dejaron las puertas abiertas y desactivaron el sistema de cámaras. Investigan movimientos en las cuentas bancarias de otros policías de la zona. Casi un mes después de la fuga del narcotraficante Oscar 'King Kong' Cardozo de la Jefatura de Policía de Reconquista, el juez de Instrucción Enrique Muller procesó a siete personas, entre las que aparecen tres efectivos policiales. El caso provocó fuertes repercusiones políticas e institucionales, pues aquel 9 de agosto Cardozo abandonó la cárcel sin encontrar resistencia alguna. Incluso, los cómplices del delincuente se habían encargado de desactivar el sistema de cámaras que debió grabar lo que sucedía en la Alcaidía, pero no lo hizo. Muller procesó a los policías Omar Tourne -cohecho, facilitamiento doloso de la evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público-, Julio Salto -incumplimiento de los deberes de funcionario público-, y el jefe de la Alcaidía de Reconquista, Jorge Alberto Baratelli -incumplimiento de los deberes de funcionario público. Además, procesó a Cardozo por los supuestos delitos de cohecho y por falso testimonio -el magistrado considera que miente al relatar las circunstancias de su fuga-. A éstos se suman Orestes Oscar Bernardi -facilitamiento de la evasión-; Jorge Andrés Márquez -partícipe necesario de facilitamiento de la evasión- y Antonio Luis Espinoza -partícipe secundario y haber facilitado la fuga. El magistrado ordenó que sea detenida la madre de Cardozo, pues se sospecha que fue ella la que llevaba dinero a la Alcaidía para 'coimear' a los policías ahora procesados. En Coronda Mientras tanto, Cardozo fue trasladado hace varios días a la cárcel de Coronda. Este ciudadano paraguayo había sido detenido por orden del juez federal de Reconquista, Virgilio Palud, en un operativo en el que se secuestraron 380 kilos de marihuana en un campo de la localidad de Abbot, provincia de Buenos Aires. Pero luego escapó de la Jefatura de Reconquista, gracias a que uno o más cómplices dejaran abiertas las puertas y desactivaran el sistema de videocámaras instalado en el edificio. El juez de Instrucción Enrique Muller le tomó declaración en calidad de testigo de lo ocurrido, pero el narcotraficante relató una historia poco creíble según la cual logró escapar saltando desde un techo de ocho metros de altura y luego estuvo perdido en el monte. Cuando le preguntaron cómo era posible que estuviera limpio y afeitado luego de tantos días deambulando por el monte, respondió que no delataría a sus cómplices. ¿Por qué declaró como testigo, y no como imputado? La respuesta a este interrogante es simple: según el Código Penal, para que a una persona se le impute haberse fugado de la prisión, debe protagonizar algún tipo de violencia física o material. Pero en este caso, simplemente le abrieron la puerta. Esta fuga motivó, entre otros cambios, el desplazamiento de la jefa de Policía de la provincia, Leyla Perazzo. El cargo es ocupado desde entonces por el comisario mayor Jorge Pallavidini.
































