Raffo cree que Nora fue violada y detectó mordeduras en los pechos

El prestigioso médico forense Osvaldo Raffo, contratado por la defensa de Facundo Macarrón, sostiene que Nora Dalmasso fue violada y detectó en los pechos de la víctima mordeduras que si hubiesen sido analizadas con precisión, hoy podría contarse con el molde de la dentadura del asesino.

Fuentes allegadas a la defensa informaron hoy a Télam que Raffo analizó el protocolo de la autopsia de Nora, advirtió una serie de irregularidades y en base a ellas elaboró un cuestionario de 50 preguntas para que la defensa de Macarrón interrogue hoy a los tres forenses del Poder Judicial cordobés que intervinieron en la autopsia.

En primer término, Raffo sostiene que no está confirmada la asxifia mecánica como causa de la muerte, ya que para ello, los médicos forenses debieron haber hecho una autopsia de cerebro para detectar allí lo que se denomina "manchas de Tardieu".

Se trata de una equimosis que se produce en el cerebro y es un signo inequívoco de muerte por asfixia.

El perito también sostiene que la autopsia de cerebro hubiera servido para descifrar con precisión el golpe que la víctima presentaba en la cabeza.

Según las fuentes que tuvieron acceso al trabajo de Raffo, para el médico legista más prestigioso del país, hay signos visibles de violación.

Una de las observaciones del forense en las fotografías del cadáver es que en cada uno de los pechos de Nora hay mordeduras y si se hubiesen ampliado y analizado mejor esas marcas, se podría haber obtenido el molde de la dentadura del asesino.

Raffo también detectó lesiones paragenitales, básicamente, moretones en los muslos que demuestran que una cierta resistencia de la víctima que tuvo que ser sujetada con violencia por su agresor.

Para Raffo, los errores de la autopsia se debieron a la prematura conclusión a la que arribó la médica forense cordobesa Virginia Ferreyra que fue al lugar del hecho y concluyó a priori que la víctima había tenido una relación sexual, con violencia, pero consentida.

Otro de los errores observados por el médico legista es que los forenses cordobeses no remitieron muestras para un análisis anatomopatológico del surco de ahorcadura, que es la marca que el cinturón de la bata de toalla le dejó en el cuello a Nora cuando la ahorcaron.

Según Raffo, en el laboratorio se hubiera podido determinar si esa lesión en el cuello se produjo en vida o cuando Nora ya estaba muerta.

Raffo, autor del manual de criminalística "La muerte violenta", tiene en su haber más de 15.000 autopsias y este año también participó de otro caso resonante como el crimen de María Marta García Belsunce al declarar en el juicio como perito de la defensa del viudo Carlos Carrascosa.

Télam