Unos doce metros de las pasarelas que conducen a la Garganta del Diablo, el salto más imponente de las Cataratas del Iguazú, en Misiones, fueron arrastrados por el caudal del río Iguazú, siete veces mayor que lo normal, informaron fuentes oficiales.
El siniestro ocurrió el jueves por una inusual crecida de río que alimenta las cataratas, cuyo caudal, que alcanzó más de 15 mil metros cúbicos por segundo, ocasionó el desplazamiento de largueros de hierro, aunque no hubo víctimas ni heridos, ya que el sitio había sido cerrado por la crecida.
La Administración de Parques Nacionales (APN) explicó que los primeros tramos de la Garganta del Diablo fueron desplazados por la gran afluencia de agua, mientras la empresa concesionaria del área advirtió que los daños "aún no habían sido evaluados", aunque operarios empezaron este viernes a trabajar en la zona.
El agua arrastró algunos largueros de hierro ubicados sobre pilotes de cemento, de un peso aproximado a las 12 toneladas, sostuvieron las primeras pericias.
Prevenidos
Fuentes oficiales explicaron que evitaron que los daños fueran mayores porque, ante advertencias de Brasil sobre la creciente del río, la Administración dispuso retirar las barandas y entrepisos de las pasarelas.
Los daños fueron atribuidos al inmenso caudal, que llegó a 15 mil metros cúbicos por segundo, siete veces mayor de lo normal.
El centro de operaciones de la represa de Caxias, Brasil, reportó que desde la noche el jueves el nivel del río Iguazú comenzó a descender.
Las pasarelas que arrastró la corriente y las que conducen a la Garganta del Diablo fueron reparadas en 2005 en toda su extensión, tras ser seriamente dañadas por el desborde del río Iguazú, que registró ese año un caudal de casi 20 mil metros cúbicos por segundo.
Administradores del parque dijeron que la rehabilitación del paseo podría completarse en "cinco días", para lo cual utilizarán "una importante cantidad de hierros" a fin de recomponer el tramo dañado de las pasarelas.
Fuente: DYN.






























