Soy de los que opina que Laureano Tombolini es un buen arquero; tanto, que le permite, al menos de los que atajan en el país, estar entre el grupo de los cinco o seis mejores. Pero su propia realidad en Colón indica que "Tombo" ha dejado de ser un jugador querido por la gente. Incluso, hasta diera la sensación de que ni siquiera se valora lo bueno que en muchos momentos de los cuatro años que lleva en el club le aportó a la institución, y que algunos bajones en los últimos tiempos, más ciertos comentarios con escaso fundamento, tienen más fuerza que las atajadas brillantes de los buenos momentos, que no fueron pocos.
Tombolini recibió esta semana la peor noticia que le pueden dar a un jugador: Astrada le comunicó que no lo tendrá en cuenta. Esto quiere decir, ni más ni menos, que las horas de Tombolini en Colón están contadas y que deberán buscarle club. Sin embargo, a la hora de hablar, el arquero lo hizo con tranquilidad y sin resentimientos.
-¿Cómo te sentís?
-Tranquilo. Lo único que puedo hacer es aceptar las reglas de juego. No es el momento más duro de mi carrera, porque el día en que me dejaron libre de Newell's, en Rosario, pensé que se me venía el mundo encima. Yo tengo fe en mis condiciones y sé que no me va a faltar equipo para atajar.
-¿Pensás que quedaste expuesto con esta determinación?
-No sé. Estoy atajando desde hace muchos años en Primera y todos saben qué clase de arquero soy. Todos me conocen. Tengo un poco de bronca por las formas en que se dieron y manejaron las cosas. Yo fui muy frontal, inclusive con este cuerpo técnico. Un día le dije a Leo que me sacara y me apartara del grupo porque veía que la gente me insultaba demasiado y que eso le creaba una presión desmedida al resto de mis compañeros. Ví que si me apartaba, iba a ser un respiro para él y para el grupo. Me manejé siempre así, con el corazón. Pero ya está. Acato lo que se decidió y no voy a hacer polémicas porque no me gusta.
-¿Cuáles son entonces las formas que no te gustaron?
-Me enojó un poco que se hiciera público. En eso sí creo que pudimos haber quedado expuestos. Pero no quiero hablar más de este tema. Ya está y te repito: acato lo que se decidió.
-Ya dijiste en muchas ocasiones que no sos camarillero y que en Colón son los "grandes" los que se cuelgan la mochila, como ya pasó con Fuertes, con Giovanny, con Pereyra y ahora con vos...
-Es así, no tengas dudas. Hace cuatro años que estoy en el club y voy por la quinta temporada. Aprendí a querer a este club y no tengo otras palabras que de agradecimiento. Traté de rendir siempre al máximo, fui al frente y no soy una mala persona.
-Entonces, ¿cómo podés entender que se pinte en una pared céntrica que sos un traidor?
-No lo entiendo... Pero no puedo juzgar al hincha, porque, como en todos lados, hay buenas y malas personas. Pero además, te quiero decir algo que aprendí en estos años: Colón es un club politizado. Yo diría que demasiado politizado. Y así es fácil pensar que alguien pueda haber mandado a escribir esa pared. Por lo otro, te repito, los culpables siempre tuvimos nombre y apellido: Fuertes, Giovanny, Delgado, Pereyra y ahora me tocó a mí.
-¿Estuviste bien sacado por Astrada en su momento?
-Es que se lo pedí y lo acepté porque veía que la presión era tremenda. No para mí, sino para mis compañeros. Pero está visto que nada cambió con la salida de Tombolini y que el equipo siguió teniendo los mismos aciertos y errores. Y no lo digo puntualmente por Sebastián Blázquez, a quien apoyo y es un buen arquero. Yo, desde afuera, seguí luchando como siempre para cambiar las cosas y que Colón mejore.
-¿Qué opinás de la dirigencia?
-No tengo nada que decir de ellos, al contrario. Germán Lerche se portó de maravillas conmigo. Es un tipo que se esfuerza mucho por el club, que sufre demasiado y que a nosotros trató siempre de darnos lo mejor que estuvo a su alcance. Conmigo se portó como un señor.
-¿Qué puede pasar contigo en el futuro?
-Es difícil que en este momento haya un club que necesite un arquero. Tengo algo de la Liga de Quito y sé, por mi representante, que hay interés de San Lorenzo, que le tiraron el nombre a Savino y le gustó, y que ahora iban a hablar con Ramón Díaz. Pero bueno, habrá que buscar lo mejor. No sólo yo, sino también los dirigentes de Colón, porque tengo contrato con el club por tres años.
-¿Y si no?
-Yo voy a acatar lo que sea. Si me transfieren o me prestan, me voy; y si no, esperaré el momento de la citación para reincorporarme a las prácticas.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Buenos Aires)






























