Por tercera vez, se aplicó en la provincia de Santa Fe la ley electoral reformada en 2004, para terminar con la Ley de Lemas. Se trata del modelo electoral inspirado en el sistema norteamericano de primarias internas simultáneas y abiertas (pero además, aquí obligatorias como marca la tradición política argentina).
El miércoles primero de diciembre de 2004 fue promulgada la ley del nuevo sistema electoral, y registrada bajo el N° 12.367. Fue un paso importante en el gobierno de Jorge Obeid, quien logró torcer la voluntad mayoritaria del reutemanismo en la Cámara de Senadores, que sistemáticamente se opuso a la derogación del sistema de lemas, e incluso había propuesto una reforma con neolemas.
Obeid contó para cumplir con esa promesa electoral con el acompañamiento de todas las demás fuerzas políticas.
El actual sistema electoral tiene la virtud de establecer con claridad las candidaturas antes de la elección general, una virtud que los lemas y neolemas corrompían con el doble voto simultáneo, que permitía que no siempre ganara en candidato más votado.
Pese a todas las dificultades que antecedieron al comicio de ayer fue buena la afluencia de votantes. No debe perderse de vista que antes de la elección la Legislatura aprobó -contrarreloj y a instancias de un pedido del gobernador Hermes Binner- una postergación que devino en una impensada y muy extensa veda, que por la polémica interpretación del Tribunal Electoral llegó a prohibir las entrevistas en la prensa a los participantes de la contienda electoral. Y a ese panorama, deben sumarse los temores propios de la pandemia, que ahora parecen retroceder.
Hasta las 16 hs. se creía que el comicio llegaría a niveles de participación bajos, que apenas superarían el 50% del padrón. Sin embargo, hasta el cierre del acto la afluencia de votantes creció y en la ciudad de Santa Fe decidió sufragar el 64,93%, con lo que superó -por muy poco- a Rosario donde el 64,70% del padrón concurrió a las urnas.
En todos los centros urbanos santafesinos de peso en el padrón provincial general se registran guarismos de participación interesantes.
Son similares o superiores a los de las dos ciudades de mayor importancia: Villa Gobernador Gálvez (73,4%); Reconquista (63,6%); Rafalea (68,8%); Santo Tomé (66,3%) o Esperanza (76,8%).
El proceso electoral santafesino no ha logrado completar la tantas veces reclamada reforma política en la provincia, pero sin dudas resulta un paso importante: hace años que en Santa Fe los partidos políticos se someten a la voluntad de los electores en un sistema abierto al ciudadano común, no necesariamente afiliado, en el que los acuerdos a puertas cerradas no tienen todos los números comprados.






























