La empresa energética Japan Atomic Power aseguró hoy que la cantidad de radiactividad que se está fugando de la central nuclear de Tsuruga, en la costa oeste de Japón, es ‘mínima‘.
La operadora de la planta dijo que una semana antes de producirse la fuga había detectado un aumento de los niveles de radiactividad en el agua de refrigeración de la planta, según informó la agencia de noticias Kyodo.
Los dos incidentes ocurridos en la central de Tsuruga han aumentado la preocupación entre la población de Japón por un posible nuevo accidente nuclear, después de que la planta de Fukushima, gravemente dañada por el terremoto y el posterior tsunami del 11 de marzo, comenzara a liberar sustancias radiactivas al agua y al aire.
La central de Tsuruga está situada a unos 500 kilómetros al suroeste de Fukushima y no fue afectada por el desastre natural.
Al mismo tiempo, Tepco reportó también elevados niveles de radiación, de entre 600 y 700 milisievert, en la primera planta del reactor 1 de la planta Fukushima I, y 280 milisievert en el interior del acceso sur del edificio, informó la agencia Jiji Press.
Se trata de niveles que superan el máximo legal de exposición anual de 250 milisieverts establecido para los trabajadores.
En áreas en las que los trabajadores debían instalar un nuevo sistema de refrigeración y ajustar los medidores, los niveles de radiación oscilaban entre los diez y los 70 milisievert en la primera planta, y entre los 40 y los 100 milisieverts en la segunda planta, indicó Jiji Press.
Los datos fueron registrados esta mañana (hora local) por siete operarios de Tepco y dos funcionarios de la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear e Industrial del gobierno nipón.
Tepco tiene intención de adoptar medidas para proteger de la radiación las áreas de trabajo, especialmente para rellenar la vasija del reactor con agua a fin de refrigerar las barras de combustible.
Se estima que la entrada que conecta el edificio del reactor con el edificio en el que se encuentra su turbina emite materiales radiactivos, aunque, según la agencia nuclear éstos ‘tienen un impacto limitado‘ sobre el medio ambiente, indicó Jiji.
Por otro lado, Tepco comunicó que en sus instalaciones fue detectado estroncio radiactivo en muestras tomadas del suelo de tres partes distintas de la planta. Fueron recogidas el pasado 18 de abril a unos 500 metros de los reactores 1 y 2, a una profundidad de hasta cinco centímetros.
La cantidad supera unas 130 veces los niveles previos al accidente nuclear. La firma operadora halló además 4.400 becquereles de estroncio radiactivo por cada 89 kilogramos de suelo seco en la misma área, informó el canal de noticias NHK.
El estroncio es una sustancia que tiende a acumularse en los huesos y puede causar cáncer en humanos si es inhalada.
Un directivo del Centro de Análisis Químicos de Japón, Yoshihiro Ikeuchi, citado por NHK, advirtió de que las personas podrían inhalar estroncio si el viento arrastra párticulas de esa sustancia radiactiva, aunque sostuvo que en tal caso las cantidades serían muy limitadas y que los actuales niveles no supondrían una amenaza para la salud de los trabajadores de la planta que llevan máscaras.
Agregó que es necesario realizar mediciones regulares de los niveles de estroncio en el aire.
Paralelamente, la junta directiva de Chubu Electric Power Co., que gestiona la planta nuclear de Hamaoka, en la región central de Japón, decidió suspender sus operaciones, cumpliendo con los requerimientos del primer ministro japonés, Naoto Kan, aseguró el presidente de la compañía, Akihisa Mizuno, en rueda de prensa.
Kan llamó el viernes pasado al cierre de la central, ubicada cerca de un punto de actividad sísmica, ante la creciente preocupación que reina entre la población de que se produzca un nuevo accidente nuclear, después de la crisis en la planta de Fukushima.
Fuente: DPA































