Joaquín Fidalgo
Un grave incidente se registró ayer por la tarde en el interior de la Escuela de Educación Media Nº 264 Constituyentes, ubicada en avenida Presidente Perón al 3100, frente al parque Garay. Ante la denuncia de las autoridades del establecimiento educativo, la policía revisó los bolsos con útiles que tenían los alumnos de dos cursos de 2º año y secuestró un arma de fuego y tres armas blancas de fabricación casera, tipo “chuzas” o “facas”.
Según pudo saberse, esta historia se desencadenó el viernes pasado, a la salida de clases. Dos alumnos decidieron resolver sus diferencias por el camino de la violencia y se tomaron a golpes de puño en la vereda. Luego de unos minutos, la pelea terminó y los contendientes se fueron por rumbos diferentes.
Pero uno de ellos estaba decidido a que la cuestión no termine allí y concurrió este lunes a la escuela con un revólver en la cintura. Un gran revuelo se generó cuando, ante la mirada de otros chicos, el muchacho le mostró el arma a su rival.
El rumor llegó a los oídos de las autoridades del establecimiento, que rápidamente llamaron a los padres de los menores involucrados y a la Central de Emergencias 911.
Con el consentimiento de los progenitores, personal policial del Destacamento 4º, ubicado en el parque Garay (frente a la escuela), requisaron dos aulas de 2º año. En la primera no encontraron nada ilegal. En la segunda, secuestraron un revólver calibre 32 marca Doberman con la numeración suprimida y tres “facas” (armas blancas de fabricación casera). Se trataba de un destornillador afilado y un largo tirafondo (tornillo) y un hierro nervado de 8 mm con improvisados mangos.
Las armas estaban ocultas en las mochilas de tres alumnos diferentes, ninguno de los cuales había estado involucrado en el incidente.
Contexto complicado
“Estamos tratando de hablar con todos los chicos y con las familias para dar tranquilidad a nuestra comunidad. Los adolescentes de la pelea -de entre 15 y 17 años- no asistirán a clases por unos días, hasta que todo se calme. Mientras tanto, un equipo interdisciplinario puesto a disposición por el Ministerio de Educación trabajará con ellos y con el personal del establecimiento para dar contención”, explicó esta mañana Nancy Llobel, quien es directora de la Escuela Constituyentes desde el pasado 31 de mayo.
“Tenemos un contexto social complicado, con muchos problemas. Y entre nuestros estudiantes, que son 450 entre los turnos mañana y tarde, algunos resuelven las cosas violentamente. Son unos pocos y tenemos que trabajar para ayudarlos. Para ello es fundamental que sus padres se involucren y acompañen a los hijos. La familia debe estar atenta a las conductas, los horarios, las amistades y las actitudes de los menores. Un padre sabe cuando a su hijo le pasa algo raro. Debe estar atento y asistir a las reuniones convocadas desde la escuela. Generalmente, están ausentes los progenitores de los chicos con mayores problemas”, se quejó la funcionaria.

































