Gustavo Capeletti
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Un grave episodio familiar ocurrió anoche en una vivienda de la zona céntrica de la ciudad de Reconquista, en el norte provincial, en el que un hombre le disparó a su esposa y luego se suicidó.
De acuerdo a lo informado por personal policial, la desesperada reacción de Bernabé Biassoni ocurrió durante una violenta discusión familiar en domicilio de Hábegger 422. Allí, tras un fuerte cruce verbal con su esposa, el empresario panadero tomó un arma y le disparó dos veces a su pareja, en medio de gritos de angustia de sus hijos.
Uno de los disparos impactó en el rostro de Silvia Susana López, de 42 años, y se le alojó en el cuero cabelludo, en tanto la otra bala le dio en la clavícula e ingresó hasta la zona pectoral. Afortunadamente, según el parte médico oficial, la mujer está fuera de peligro.
En medio de esta agresión apareció el hijo mayor de la pareja, un adolescente de 16 años, que forcejeó con su padre y logró distraerlo por un instante de su cometido.
En ese momento, fue providencial la irrupción de dos policías que hacían su ronda en un patrullero a sólo algunos metros del lugar del hecho. Los agentes Noelia Caballero y Mauricio Borda solicitaron refuerzos, pero alarmados por los gritos que provenían de la casa, abrieron la puerta que da a la calle gracias a que la hija menor del matrimonio, una nena de 12 años, atinó a tirarles por el balcón un juego de llaves.
Así los efectivos policiales ingresaron a la planta superior y evacuaron a los menores y la mujer herida, no sin antes ser tiroteados por Biassoni. Posteriormente los policías fueron por el agresor, quien tomó la decisión de dispararse en la sien.
Biassoni fue trasladado al hospital de Reconquista, desde donde se informó que tenía muerte cerebral y su estado era irreversible, falleciendo este sábado.
Mientras, el adolescente de 16 años, que sufrió una herida cortante en la cabeza a causa de un culatazo recibido cuando forcejeaba con su padre, relató esta mañana a Radio Ideal que escuchó “los ruidos y a mi mamá que pedía ayuda. Cuando entré a la habitación de ellos, mi papá le tiró dos tiros. Yo forcejeé con él y saqué a mi mamá del lugar, la dejé con mi hermana, y juntas intentaban escapar, pero la puerta estaba cerrada‘.
Para esa altura de la discusión los vecinos, que también escucharon la pelea, ya habían llamado a la policía: "Justo había un móvil en la esquina”, dijo el joven. “Les tiramos las llaves por el balcón y pudimos salir. Cuando entró la policía, se escuchó el ultimo disparo”, era el que Bernabé Biassoni, que estaba bajo tratamiento psiquiátrico, se había descerrajado en la cabeza.

































