Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Los padres de Walter Adrián Romero (26) no creen en la versión que habla de accidente fatal. Se piden testigos.

Danilo Chiapello
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El domingo 26 de abril, entre las 6 y 6.30 Walter Adrián Romero (26) fue hallado gravemente herido en Derqui y Peñaloza. El joven yacía tirado en la calle y a los pocos metros estaba tirada la moto en la que se desplazaba. El muchacho fue trasladado hasta el hospital Cullen donde ingresó con traumatismo severo de cráneo y contusiones.
Al cabo de una penosa agonía, finalmente el 1º de mayo se produjo su deceso.
A partir de una serie de puntos dudosos en el hecho, los padres de Walter comenzaron a averiguar qué fue lo sucedido, pero de pronto se vieron envueltos en un verdadero calvario que sólo sumó más dolor al ya producido por la muerte del ser querido.
Walter era un muchacho que gozaba de excelente concepto en distintos ambientes. Su tiempo se repartía entre su trabajo como empleado en una farmacia y su mayor pasión, el taekwondo, actividad donde se destacaba. En sus proyectos a futuro, figuraba abrir una escuela en Córdoba (donde reside su padre) para dar clases de este arte marcial.
Maltrato y falta de información
“Nada está claro en esta historia... nada me cierra. A casi 20 días de la muerte de Walter lo único que tengo son dudas”, manifestó Claudio Romero (48), el padre del joven
“De entrada, los policías de la seccional 6ª me atendieron muy mal. No me dejaron ver el acta de procedimiento. Me decían que el sumariante que la había realizado no estaba. Y que había que esperar una semana para que vuelva. Les pedí un teléfono para ubicarlo y me lo negaron. Les rogaba que yo necesitaba saber qué había pasado con mi hijo. Pero no me dieron bolilla.
No comprendo la falta de solidaridad que tuvieron esos agentes conmigo. Ellos están al servicio de la gente. Pero su falta de solidaridad me dejó helado. Yo sé que no son todos iguales. Pero de esa experiencia lo único que me llevo es el maltrato.
El único que me recibió y me atendió de manera respetuosa fue el jefe de la Unidad Regional I. Me tranquilizó y me dijo que va a agilizar la investigación.
“Mi hijo estuvo 72 horas en el hospital Cullen fichado como NN. Cómo pudo ocurrir eso si él estaba con sus documentos encima. También tenía su carné de conductor, y otras tarjetas con su identificación. Me hace mal pensar en cómo sufrió mi hijo todo ese tiempo. Estoy destrozado.
Más adelante, Claudio reveló que “me hablan de un accidente, de un derrape. Sin embargo, yo vi la moto y apenas si tiene un daño menor en el guardabarros delantero. Después está entera. Es increíble pero aun no le hicieron los peritajes.
“Quiero ver las cámaras”
“Quiero que alguien me deje ver las cámaras de seguridad. Me dijeron que Walter está filmado cuando pasa por el lugar. Pero nadie ve si otro auto lo atropella, o si hubo alguna mala maniobra o si alguien lo tocó. Quiero mirar segundo a segundo las cámaras. Me quiero sentar con el fiscal (Roberto) Apullán y también con el director de Seguridad Vial.
Por último, Claudio remarcó que “los días siguen pasando y yo lo único que tengo hasta el momento son dudas. Nadie me dice claramente qué fue lo que pasó. Mi hijo era un excelente muchacho. Buen amigo, buen empleado. Estaba lleno de proyectos e ilusiones. Pensaba poner una escuela de taekwondo aquí en Córdoba. No sé... no puedo seguir porque estoy destruido”, sentenció.
Pide testigos
En igual sintonía, se expresó Liliana Leonhardt (51), la madre de Walter.
La mujer señaló que “todo fue muy confuso de entrada. Yo me enteré recién el martes que mi hijo estaba internado, y el hecho ocurrió el domingo. Le pedía al enfermero la bolsa con sus ropas. Había una cinta de papel donde alguien había escrito ‘NN masculino’. No entendía por qué NN si él tenía sus documentos. Me pongo a mirar y lo que me llamó la atención es que los bolsillos de su pantalón estaban manchados con sangre
Cuando llegué al hospital lo vi mal. Tenía fractura de cráneo severa con complicación en sus pulmones. No tenía lesiones visibles, sino internas. No tenía la piel raspada o con quemaduras por fricción contra el pavimento como se ve en los accidentados.
Después fui a la seccional 6ª y me hicieron leer el acta, me mostraron la moto que no tenía mayores daños. Me llamó la atención que la patente estaba colocada debajo en la cajonera. Como que alguien la sacó y la dejó allí.
La fiscalía me pidió que consiga testigos. Según la policía, él tuvo un derrape. Después, hay otra versión que dice que lo venían persiguiendo. No sé. Hay mucha gente que habla por abajo pero que a la hora de declarar no se animan.
Yo lo único que pido son testigos. Por favor, si alguien sabe algo que se comunique al celular 155 432 853”, culminó.




