(Enviado Especial a Buenos Aires)
La llegada de la gente al estadio se hizo bastante complicada. Si bien las puertas se abrieron con tiempo suficiente de antelación, entre la congestión de tránsito y los controles, el ingreso se hizo muy lento.

(Enviado Especial a Buenos Aires)
Más de una hora antes del partido, los dirigentes de River le confirmaron a El Litoral que el partido se iba a retrasar diez minutos, por lo cuál se pasó de 21.30 a 21.40 el pitazo inicial de Nicolás Ramírez.
El motivo expuesto fue la gran cantidad de gente que fue llegando a este estadio que aumentó su capacidad a 86.000 espectadores. Los controles son estrictos y las vías de acceso se complican, más allá de que hay varias avenidas que lo circundan.
Muchos problemas para quiénes llegan en coches particulares se suma a los controles estrictos que terminan demorando el ingreso del público al estadio, más allá de que el horario permitió que la gente pueda finalizar su jornada laboral sin problemas antes de concurrir al Monumental.




