Enrique Cruz (h)
El ex presidente dijo que “nadie viene al club a ser ‘felpudo’ mío ni de nadie, sino a trabajar en un proyecto. Si hay otro proyecto u otra forma de hacer las cosas, el que se va soy yo y el socio va a saber el por qué”. Se endurece el enfrentamiento con Giorgetti.

Enrique Cruz (h)
El encuentro de algunos dirigentes y Vignatti con Franco generó algunas expectativas.
No porque se haya pensado en una decisión extrema (las tres derrotas consecutivas de ninguna manera brindan la impresión de ciclo agotado ni mucho menos), sino porque la preocupación es lógica en función de esta irregularidad y de las consecuencias que dejaron los traspiés. 11 goles en tres partidos, la baja en el nivel de varios jugadores y seguramente algunas cuestiones que tienen que ver con lo táctico y estratégico impulsaron a los dirigentes a pedirle una reunión al entrenador, algo que José Vignatti reconoce como “habitual”. “No fue nada especial la charla con Franco. Ni uno es fenómeno cuando gana tres partidos al hilo ni se puede ser tan pesimista cuando se pierden tres partidos. A veces, nos hemos juntado dos veces en una semana y ahora, por equis cuestiones, llevábamos un tiempo sin dialogar y por eso nos juntamos”, arrancó Vignatti, esta mañana en “La Primera” de Sol.
—¿Cuál es su análisis?
—La caída de la producción de algunos jugadores. No nos encontramos con un técnico vacilante, todo lo contrario. Lo notamos convencido y él cree que cuando se levante el nivel de algunos futbolistas, el equipo va a mejorar.
—¿Cree que puede haber algo interno que se desconozca?
—Estuve en Mendoza en el mismo hotel donde concentró el plantel y nunca vi tanta armonía interna. Por eso, me sorprendió mucho el resultado del partido. Me ha tocado presagiar un resultado negativo porque lo percibía en el vestuario, pero no es el caso de este plantel.
—¿Usted fue con alguna duda a la reunión?
—No, con ninguna. Cuando terminó el partido del sábado me comuniqué con Franco y le hice saber mi opinión. Fue un gran partido, nos desarmamos un poquito atrás y por eso nos golearon. Mi mensaje fue de tranquilidad, porque estoy seguro de que esto se va a revertir.
—¿Cuál es la explicación de Franco para tantos goles sufridos en estos tres partidos?
—Algunas circunstancias desgraciadas como la lesión de Garnier, salir perdiendo desde el vestuario y desatenciones que se pagan. No hay que relativizarlo, pero tampoco hay que enloquecerse. Algunos dicen que somos un desastre, pero la mayoría de los clubes grandes tienen menos puntos que nosotros. Entonces, ésa es una opinión que no comparto.
—¿Es irreconciliable su posición frente a Giorgetti?
—Respecto de este tema, lo que quiero dejar en claro es que acá hay un proyecto y que nosotros lo llevamos adelante durante 14 años, cuando estuve la vez anterior en el club, con un perfil y con una conducta basada en la ética y la moral. Los que se incorporan al proyecto no lo hacen por ser un “felpudo” de determinada persona, llámese Vignatti o quién sea, sino que se suman como leales al proyecto. O se adaptan al proyecto o esperan la oportunidad de instalar el propio. Ninguno se puede salir de una línea de conducta y trabajaremos como lo hicimos desde el 92 hasta el 2006.
—¿Usted dice que Giorgetti ha sido desleal a Colón o en todo caso al proyecto que ustedes impulsan?
—La lealtad es al club y no a una persona, cada uno tiene que saber ubicarse y, llegado el momento, que se tome una decisión que sea lo mejor para el club y no para la persona. La mayoría de la gente no es fiel a Vignatti, sino fiel a un proyecto. El que no condice con eso o se desvía, no encaja. O la revierte o se separa, pero que quede claro que el proyecto no va a cambiar.
—¿Y dónde estuvo entonces el desvío de Giorgetti a ese proyecto?
—No sé si soy claro. No soy yo el que está en contra de una persona, sino que hay un proyecto y todos debemos actuar en sintonía con ese proyecto. No es una rivalidad de persona contra persona, no es Vignatti contra Giorgetti, sino los que están fieles al proyecto y los que se desvían del mismo
—¿Le molesta que se le reproche que no ocupe un cargo en la comisión directiva?
—Hasta enfrente de las oficinas de mis empresas me pusieron “José volvé”. Eso fue en determinados momentos del pasado, cuando se desvió por completo el rumbo. Todos me pedían que volviera y yo no puedo volver para otra cosa que no sea para sumarme a un proyecto. No hubiese apoyado a este grupo si no supiera que todos van a servir a Colón y que los que no están en esa línea y buscan servirse del club, equivocan el camino.
—Pero en definitiva, ¿por qué no resolvió ocupar un cargo, por más que no sea el de presidente?
—Porque soy un fanático del trabajo, de la perseverancia y el empecinamiento de no fallar y hacer bien las cosas. A veces lo logro y otras no. Por razones laborales o de familia no puedo estar a pleno, entonces no me puedo comprometer a algo que me fanatiza y no estoy dispuesto a cumplir en un ciento por ciento. Soy asesor sobre la base de mi experiencia; ahora, si están en desacuerdo me voy, pero si me quedo es para que todos vayamos detrás del proyecto.
—Con semejante perfil y convicción, la impresión es que acá se trata de uno u otro, que Vignatti y Giorgetti no pueden convivir...
—Insisto en que no se trata de un enfrentamiento personal. Los que no están de acuerdo con el proyecto tienen que dar un paso al costado. Pero cuidado, que si la decisión es ir para otro lado, con otro proyecto, el que se va del club soy yo. Y le diré al asociado por qué me voy.
—¿Cómo podría resumir el contenido de su proyecto?
—Son tres aspectos. El primero es que en un fútbol argentino en el que casi todos los clubes cobramos el mismo dinero, salvo algunas excepciones, la diferencia verdadera se saca en el caudal societario, la armonía interna y la capacidad de los dirigentes. Por eso hablo de que no hay que desviar el objetivo. El segundo objetivo es salir del salvataje siendo austero, con una administración ordenada y sin darnos ciertos lujos si estamos debiendo dinero. Hay que honrar nuestras deudas y regularizar al club. Y el tercer objetivo es que las cuestiones del pasado tienen que quedar claras.
“La deuda heredada con el plantel fue de 18 millones”
En uno de los puntos de la charla, José Vignatti dijo que “deberle al plantel es un problema vital. En 14 años que estuve en el club, nunca tuvimos un solo día de atraso. Esta comisión tomó una deuda de arrastre de la comisión anterior de 18 millones. Seguramente, algo le pasó a la anterior comisión para entregar el club con ese desfasaje”, dijo el ex presidente.
Enseguida aclaró que “no critico a la comisión anterior, no creo que sea el problema por el cuál el equipo pierde ya que en los tres primeros partidos la situación económica era peor. Esta comisión está próxima a lograr actualizar el tema económico”.
Concluyó diciendo, sobre este tema, que “la AFA tiene una deuda con Colón, al contrario de lo que pasaba antes, cuando era Colón el que le debía, y cuando esto se regularice se le podrá cumplir al plantel. Pero que nadie tenga dudas no tiene nada que ver la falta de cumplimiento al plantel con los resultados deportivos”.
¿Desgarro?
El defensor Ismael Benegas sufrió una molestia en el isquiotibial de una de sus piernas y este mediodía se le efectuaban los estudios pertinentes.
Si bien hay que aguardar el grado de la lesión, se especula que podría tratarse de un desgarro. En ese caso, el jugador se quedará un tiempo importante afuera del equipo y se perdería el clásico. Pero habrá que esperar.
A todo esto, Franco empieza a ver las alternativas para reemplazarlo, ya que el panorama se agrava teniendo en cuenta la rotura de ligamentos cruzados de Garnier (será operado en los próximos días). Castillo es una de las opciones.
“Sólo un mes y medio”
El Litoral consultó esta mañana a los ex dirigentes de la anterior comisión directiva de Colón, respecto de la deuda que tenían con el plantel en el momento de entregar el mando del club tras las elecciones del 20 de diciembre pasado.
El contador Gustavo Ingaramo se comprometió a dar cifras concretas luego de revisar sus registros, pero señaló que “de ninguna manera la deuda con los jugadores era de 18 millones de pesos como señaló José Vignatti en la entrevista”.
Ingaramo dijo que “quedamos debiendo un mes y medio, la mitad de octubre y todo el mes de noviembre que se debía hacer efectivo en los días en que entregamos el mando del club, porque la costumbre es la de abonar los sueldos el 25 del mes siguiente”.




