Argentina tomó una ventaja importante de 2-0 sobre Rumania en la serie al mejor de cinco puntos que animan por la ronda inicial del Grupo Mundial de Copa Davis de tenis, tras el triunfo del tandilense Juan Mónaco sobre Víctor Hanescu por 7-6 (7-5), 1-6, 6-1 y 6-1, en dos horas y 50 minutos.
Previamente, en un partido altamente emotivo que mantuvo en vilo a las casi 7.000 personas que se acercaron al estadio Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca de Villa Soldati, el cordobés David Nalbandian derrochó coraje para vencer en notoria inferioridad física a Adrian Ungur por 6-3, 6-2, 5-7 y 6-4, luego de 183 minutos de juego.
La serie entre argentinos y rumanos continuará mañana desde las 11 con el punto de dobles entre los locales Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank ante los europeos Hanescu y Horia Tecau, este último especialista en el juego de duplas y 16to. en el ranking mundial de la ATP.
El domingo deberían enfrentarse a las 11 el rumano Hanescu y Nalbandian, pero el cordobés en su partido de la jornada no sólo agravó su hernia inguinal en el sector derecho, sino que sumó una distensión en el aductor del mismo lado, y está descartado para el resto de la serie.
En ese contexto, el domingo jugarán Chela ante Hanescu y luego Mónaco frente a Ungur, aunque si la serie se define mañana en favor de la Argentina, los singlistas pueden cambiar y el quinto punto podría incluso no jugarse, algo que decidirán los capitanes de cada equipo.
Se sabía de antemano que, para asegurarse la serie, el punto a ganar era el de Mónaco, y el tandilense, 33ro. en el ranking mundial de la ATP, jugó uno de los mejores partidos de los últimos tiempos.
El argentino, más relajado después de la victoria de Nalbandian, jugó muy bien el primer set, con golpes profundos y un saque consistente, y tan solo falló en la devolución, por eso la definición se estiró hasta el tie break que se llevó por 7-5.
En el segundo parcial, Hanescu (59 en la clasificación) hizo valer su experiencia y directamente borró de la cancha a Mónaco, con una táctica similar a la que utilizó el año pasado cuando lo venció en el Masters Series de Roma: cargó el juego sobre el revés y lo hizo pegar incómodo, lo que generó muchísimos errores no forzados del tandilense.
Mónaco, lejos de sufrir los baches anímicos que suele acusar en el circuito, no se fue del partido y en el tercer parcial jugó más profundo, sacó mejor y más variado, e impidió al rumano golpear cómodo, un cóctel que le permitió ganar por 6-1 y encaminar el triunfo.
El tandilense, quien ya había vencido a Hanescu en Auckland 2009, lo quebró tres veces en el set (1-0, 3-0 y 6-1), y en el cuarto y definitivo mantuvo la actitud para apoderarse otras tres veces del servicio de su rival (2-0, 3-1 y 5-1) y así se llevó el triunfo final que adquiere singular importancia por tratarse del mejor jugador de los rumanos.
Mónaco no vaciló, tuvo actitud y ganó un partido complicado ante Hanescu, lo que deja a la Argentina "match point" en la serie ya que de ganar mañana en el dobles, avanzará a los cuartos de final donde se encontrará con la República Checa o Kazajstan, nuevamente en Buenos Aires.
El triunfo del tandilense ofició de bálsamo al equipo argentino, que había perdido al líder y referente, el cordobés Nalbandian, y ahora sabe que tiene otro jugador confiable, al margen de lo que pueda ofrecer el "Flaco" Chela, quien a los 31 años protagoniza un resurgir tenístico con los que quiere aportar lo suyo.
Nalbandian puso el 1 a 0, pero le salió caro
En el primer punto disputado en la serie David Nalbandian puso el 1 a 0 a favor de Argentina luego de un trabajoso triunfo ante Adrian Ungur por 6-3, 6-2, 5-7 y 6-4.
Nalbandian, 19no. en el ranking mundial de la ATP, consumó su victoria sobre Ungur (183) en tres horas y tres minutos y luego del partido anticipó que no jugará el resto de la serie por la lesión inguinal que lo aqueja.
"Sufrí durante todo el partido, no abandoné porque la Davis es especial para mí y quería darle el punto al equipo y a la gente que me alentó siempre. No puedo dar ni un paso por el dolor que siento, así que desde ahora alentaré como uno más desde la tribuna", confesó entre lágrimas Nalbandian instantes después de su victoria.
El cordobés, aquejado por una hernia inguinal que lo molesta sobre todo cuando golpea su drive, jugó bien por momentos y ganó por el peso de su mayor jerarquía, ante un rival entusiasta como Ungur que eligió una táctica inteligente: moverlo por toda la cancha para desgastarlo físicamente.
Nalbandian tuvo problemas con su saque en el primer set, le costó mucho conservarlo, pero estuvo oportuno con su devolución, ya que logró un quiebre decisivo sobre el servicio de Ungur, se adelantó 5-3 y luego mantuvo el suyo para tomar la primera ventaja.
En el segundo parcial, el de Unquillo logró otros dos quiebres (2-1 y 5-2) y lo resolvió con facilidad, pero luego sobrevino un verdadero martirio, ya que su físico dijo basta y Ungur sacó provecho de la situación.
El rumano fue astuto para mover al cordobés de un lado a otro, lastimó con su revés, el mejor golpe que mostró, y con eso más la mencionada merma física del argentino le bastó para ganar por 7-5 el tercer set.
Nalbandian, preso del dolor que le impidió moverse con soltura, jugó en cuarto set con inteligencia para ganar con lo mínimo, que en su caso no es poco.
El cordobés mejoró su servicio y quebró el del rumano para adelantarse 2-1, y luego jugó únicamente cuando sacó, confiado en que lo haría bien, estrategia que esta vez le funcionó.
Nalbandian prácticamente ni se movió en cada saque de Ungur, y mantuvo su ventaja hasta el final, para ganar por 6-4 y darle el pimer punto a la Argentina.
“Uno de los peores momentos”
"Veremos qué pasa... Sería una falta de respeto para mis compañeros jugar si no estoy bien físicamente", dijo Nalbandian en conferencia de prensa pensando en los cruces del domingo, y agregó: "Fue uno de los peores momentos que pasé en una cancha". "Analizaremos la situación, pero si hoy me sentí así, ¿por qué habría de sentirme mejor el domingo? Sería raro", enfatizó el cordobés.
Nalbandian señaló que sobre el final del primer set comenzó a sentir "cargado el aductor", y reconoció que "vio complicada" la definición del juego "porque sentía que no podía responder como quería". "Creo que el partido pasó mucho por mi y mi malestar, y no tanto por lo que me complicó él", dijo Nalbandian en una sala de conferencias abarrotada de periodistas.
Sobre el desahogo que le generó la victoria, Nalbandian contó que "en un cambio de lado lloraba del dolor y eso jamás me pasó en mi vida. Era muy frustrante".
Télam / DYN


































