Una especialista que atiende en un hospital público y en un sanatorio privado contó a El Litoral su experiencia durante estos últimos días.
“Fueron días extenuantes y de demanda extraordinaria”, definió. Previo al pico de consultas -hace unos 20 días-, solía recibir entre 25 y 30 consultas, el domingo 28 de junio atendió en un efector privado durante una guardia de 24 horas a 92 personas, el lunes pasado a 60 y ayer volvió a recibir a 25.
“El ritmo fue el mismo en lo público, estuve enferma varias veces con fluido nasal y tos, pero pude controlarlo”, afirmó.
A su vez, la médica reflexionó sobre ese modo de trabajar. “Yo me tomé mi tiempo para dedicarle a cada paciente, aunque no me olvido lo que me dijo un colega: esa cantidad de personas se ven pero no se atienden”, manifestó.
Además aseguró que también fue un problema volver a su casa y no contagiar a su familia, el aislamiento se le hizo muy difícil.
“Hubo un agotamiento mental importante, sé de colegas que atendieron a 60 personas en 4 horas, eso significa una responsabilidad para los médicos de que no se pase algo fundamental en la asistencia”, finalizó.

































