La perspectiva de recesión económica ha reabierto el debate en la Unión Europea (UE) sobre la conveniencia de mantener sus objetivos en la lucha contra el cambio climático, y ése será uno de los temas en discusión en la cumbre del miércoles y en jueves en Bruselas.
Se espera que el presidente en ejercicio de la UE, el jefe de Estado francés Nicolas Sarkozy, pida a sus homólogos que se comprometan a ‘preservar el equilibrio y los parámetros fundamentales‘ del plan de lucha, según un anteproyecto de las conclusiones de la cumbre del que la AFP obtuvo copia.
Sarkozy espera que todos los países europeos confirmen el acuerdo dado a los objetivos nacionales de reducción de las emisiones de gas con efecto invernadero y al esfuerzo impuesto a los industriales.
El año pasado, los líderes europeos acordaron reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20% antes de 2020. Además, se comprometieron a que las energías renovables supongan el 20% del total de las fuentes energéticas.
Nueve de los 27 países de la UE se oponen a tales objetivos. Se trata de Polonia, Hungría, Lituania, Letonia, Estonia, la República Checa, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania, explicó un diplomático lituano, después de que el primer ministro polaco, Donald Tusk, anunciase que se reunirían antes de la cumbre para aúnar esfuerzos.
En el otro extremo, el primer ministro británico Gordon Brown y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, hicieron un llamamiento a no apartarse del camino.
“No es momento de abandonar la agenda contra el cambio climático, es importante para el futuro”, dijo Brown a la prensa tras reunirse con Barroso.
“La agenda contra el cambio climático es parte de la solución para muchos de los problemas a los que hacemos frente como economía mundial”, sostuvo, haciendo hincapié en que los altos precios del petróleo y la menor seguridad del abastecimiento energético “hacen más importante que nos ocupemos” del tema.
“Es importante entender que el cambio climático no es una cuestión secundaria”, sino “un desafío, un desafío real que no desaparece por la crisis financiera”, recordó el presidente de la Comisión.
“Si ahora damos señales de que no estamos realmente comprometidos” en la lucha contra el calentamiento, “otros perderán el ánimo”, agregó.
Barroso dijo que, dado que llegan mejores señales de Estados Unidos, “sería un completo error de Europa decir que, después de todo, no es tan urgente”.
La cumbre llega después de que los líderes de la patronal italiana y alemana pidiesen directamente aparcar los objetivos por las repercusiones que podrían tener sobre la competitividad industrial europea.
En un contexto de crisis, “hay que evitar cualquier medida que amenace al empleo”, dijeron en el comunicado conjunto que publicaron en el diario económico italiano Il Sole 24 Ore.
Primero “hay que salvar la economía” agregaron, antes de describir como una amenaza “al crecimiento y al empleo” las nuevas reglamentaciones medioambientales.
Uno de los aspectos que más preocupa a algunos países, como Alemania, es el de las cuotas o permisos de contaminación, que ahora se expiden gratuitamente pero que a partir de 2013 costarán dinero.
Según fuentes europeas que pidieron no ser identificadas, Polonia quiere un plazo transitorio para la aplicación de tal medida. En cuanto a Alemania, “su posición es muy inquietante”, afirmó.
Berlín “quiere cuotas de emisión gratuitas para todos los sectores industriales confrontados a un sobrecoste por su producción”, porque teme que los gravámenes acaben trasladando la producción a otros países con la consiguiente pérdida de empleo.
“El debate gira en torno a la posibilidad de periodos de transición de una magnitud y una duración limitada para ciertas situaciones específicas. Estos casos específicos serán muy limitados, porque se corre el riesgo de adulterar la competencia‘ con estas cuotas gratuitas que equivalen a ‘ayudas estatales”, sentenció.
Fuente: AFP
































