Lorenzetti destacó que “éste será el primer Código Civil que regule el derecho privado y los de incidencia colectiva. Los códigos siempre regularon al individuo sobre el bien patrimonial, pero se debe regular la titularidad colectiva de un bien patrimonial, como la de los pueblos originarios. También se deben regular los bienes no patrimoniales, como el cuerpo. Porque la relación de cada uno de nosotros con nuestro cuerpo será el tema de nuestros hijos y nietos. Vélez Sarsfield no podría tratarlo porque la sociedad de su época no se lo permitía. Éste será el primer código en tener diversa tipicidad de derechos y de bienes, será el más amplio”.
Recordó que la norma redactada por Vélez Sarsfield estaba pensada para un hombre masculino, de clase media alta y educado. “Hemos tratado de ser inclusivos, de modo de tratar no sólo al hombre, también a la mujeres, y por ellos los principios de no discriminación. Pero también está el niño al que se lo considera sujeto de derecho, como por el derecho a conocer su identidad o a estar en juicio, también el adolescente y las personas de edad avanzada”, precisó el presidente de la Corte.
También se refirió a la modificación sobre la carga de autoinformación. “El actual código parte de la base que la carga de información le pertenece a cada uno, si uno no se informó es culpable. Esto es imposible que suceda en la vida cotidiana. Si uno sube a un tren, lo que es un contrato, y quiere averiguar cómo está el maquinista, el estado de los vagones y las vías, es imposible que suceda. Lo mismo en un supermercado, uno no puede preguntarle al cajero cómo está compuesto cada producto. Por eso es importante modificar la carga de la autoinformación y que el otro advierta sobre los riesgos. Esto es un cambio fundamental en el derecho, pero en la vida cotidiana, la sociedad sigue viviendo más o menos como desea”.



































