Un joven de 24 años denunció haber sido agredido a golpes a la salida de un céntrico boliche de Rosario por otros seis, entre los que reconoció a dos futbolistas profesionales de Newell's Old Boys, informaron fuentes policiales. La denuncia de la agresión fue radicada por Iván Mammana, el joven agredido, en la comisaría segunda de Rosario, donde se constataron las lesiones sufridas en el rostro, y en la que se registró su versión de los hechos, que se deberá corroborar ahora en el juzgado correccional en turno. Si bien el contenido de la denuncia de Mammana no fue revelado, el denunciante narró muy temprano su versión de los acontecido a las emisoras rosarinas Radio Dos y LT8. Los futbolistas que Mammana involucró en el hecho son los defensores Gastón Aguirre y Germán Ré, quienes, a decir del denunciante, se hallaban con varias personas más, presumiblemente amigos y novias, en el bar Támesis, ubicado en calle Dorrego, entre Mendoza y 3 de febrero. Según Iván, cuando él se retiraba junto a su novia del lugar, en la calle los nombrados jugadores y otros cuatro amigos le estaban propinando una feroz paliza a otro joven, por lo que él quiso interceder para detener la golpiza, diciéndoles: "Paren que lo van a matar". Siempre en base a los dichos del denunciante, los seis agresores dejaron de pegarle al otro chico, que logró escapar del lugar en un taxi, y comenzaron a atacarlo a él. El joven acusó a Aguirre de haberlo golpeado con una piedra que le torció la nariz, y a Ré por un puntapié en el pecho. Estos hechos se produjeron después de las 4 de la mañana de hoy y según Iván, tras la golpiza, los jugadores y sus acompañantes se retiraron del lugar, pero él y su novia regresaron al bar, donde fueron asistidos hasta la llegada del Comando Radioeléctrico que le tomó sus datos y los convocó a la comisaría segunda para realizar la denuncia. No obstante a los dichos del joven denunciante, en Rosario circuló otra versión del suceso que llegó a oídos de la policía: que un amigo de Iván Mammana fue quien provocó la gresca al arrojar un vaso contra la mesa donde estaban los futbolistas, sus amigos y sus novias.

































